La Policía presume que un cortocircuito en un botellón de agua provocó el incendio. El pequeño fue la única víctima. La comunidad denunció que un adulto lo acompañaba
Al abrir las puertas de la escuela primaria Bolivariana Mario Abreu, en la calle 95 del sector Buena Vista, encontraron el cuerpo carbonizado de Brenyer Enrique Bracho Palmar, de 11 años. La Policía informó que el estudiante ingresó a hurtar en una de las salas de preescolar, pero murió en el intento.
Los maestros notificaron ayer, a las 8.00 de la mañana, a la Policía. La directiva suspendió las actividades para que los oficiales trabajaran con comodidad y los pequeños no presenciaran aquello, detalló una vecina.
Quienes entraron al salón recordaron que Bracho ingresó por un boquete en la pared. La comunidad cree que al niño lo acompañaba un adulto, este lo abandonó al ver las llamas. «Recurrirían al niño porque conocía el salón».
Tres horas, los docentes y los vecinos esperaron a los detectives de la Policía científica. Los detectives dispersaron a los averiguadores e iniciaron su trabajo para recolectar evidencias. Determinaron que un cortocircuito en el filtro de agua del salón, provocó una explosión que acabó con la vida del estudiante, presuntamente el domingo en la noche. Creen que Bracho ingresó a hurtar material escolar.
En la comunidad, ninguno de los vecinos vio, ni escuchó los golpes para romper la pared. La escuela está cercada con paredes altas y un portón azul que no permite la visibilidad hacia dentro.
El cadáver del niño permaneció en el recinto hasta el mediodía. Lo llevaron a la morgue, pero su familia no se acercó a retirarlo. Los vecinos comentaron que son de bajos recursos. «Son de familia humilde, su mamá es ‘bachaquera’ y él como podía la ayudaba, era el mayor de los hermanos».
Paola Hernández/La Verdad