La pequeña vivía en esa zona con su abuela y en la casa solo tenían para comunicarse con familiares un teléfono celular. Ese día la niña tenía en sus manos el teléfono y su abuela se lo pidió para sacar unas cuentas con la calculadora del móvil, por lo que la menor se enfadó.
Una niña de 12 años de edad se quitó la vida este lunes en la parroquia La Pastora, en el oeste de Caracas, luego de ingerir unas pastillas.
Ella le pedía insistentemente el teléfono a su abuela, pero ella le decía que no. Luego le dijo que debía acostarse a dormir. Alrededor de las 11:00 de la noche la adolescente comenzó a gritar y vomitar porque se había tomado unas pastillas identificadas como Losartán, porque su abuela no le dio el teléfono, así contó su abuela Paulina Díaz en la morgue de Bello Monte. Tras ello fue trasladada al Hospital Vargas, pero ya no había nada qué hacer.