“Mete mano”, el modus operandi para robar en los buses

Los delincuentes hacen de las suyas cuando ven a un grupo de personas intentando embarcarse en un bus o “chirrinchera”. Ellos aprovechan el descuido para abrir los bolsos y robar lo que llevan. No van por nada en específico, publica La Verdad

A la escasez de transporte y el alto costo de los pasajes se suman los delincuentes “robacarteras”. Esta es una nueva modalidad de robo donde los antisociales aprovechan un descuido de las personas cuando luchan por embarcarse en un autobús o las populares “chirrincheras” para “meter mano” al azar.

Tras el galopante aumento de pasajes con el que los choferes llegan cada día a las respectivas paradas y la escasez de buses y carros por puesto, miles de personas se embarcan en un vehículo donde van hasta 150 personas, y en la lucha por montarse se descuidan de sus pertenencias por un rato y ahí aprovechan los llamados “mete mano”.

El modus operandi con el que trabajan estos delincuentes se basa en dejar que las posibles víctimas se monten primero para ellos quedar en la puerta y “resguardarlos” para evitar accidentes, muchas veces son dos o tres delincuentes. Mientras uno “ayuda” a subir a una persona, el compinche le abre el bolso o cartera y saca lo que pueda, ellos no ven lo que están hurtando. Rápidamente guardan lo que roban en un bolso, que la mayoría de las veces lo tienen delante de ellos.

En la parada de los buses de 5 de Julio, al lado del centro comercial Galerias Mall, han denunciado un sinfín de robos con ese modus operandi.

Víctimas en las paradas

Carmen Gómez, usuaria de la mencionada ruta, explicó cómo evitó ser víctima de estos delincuentes “Tenía más de una hora esperando un bus, un carro, una camioneta, lo que sea porque ya era tarde para llegar a mi trabajo. Pero como trabajo hasta tarde llevo mi comida para el almuerzo y a veces me toca llevar la cena, por eso llevo mi cartera, una lonchera y a veces no me gusta porque me enredo para embarcarme en un bus con tantas personas”.

Gómez explicó cómo intentaron “meter mano” en su cartera “después de estar más de una hora esperando, pasó un bus que venía desde La Curva, pero iba casi lleno, corrí para ver si podía irme allí, y un joven me dijo que me montara primero para él quedar en la puerta y le hice caso, pero luego me di cuenta que había un joven detrás de mi revisando mi bolso y grité ¡me están robando! Inmediatamente salieron corriendo, pero no lograron sacarme nada”.

Como el caso de Gómez hay muchos. Una joven estudiante de Enfermería en el Instituto Universitario de Tecnología Readic (Unir) también fue víctima de estos delincuentes. Daniela Pérez, expresó cómo los antisociales abrieron su bolso “Me estaba montando en un bus para la universidad, pero delante de mí habían como cinco personas y detrás habían más, intentando subir, cuando por fin logré colocar un pie en uno de los escalones del bus, me di cuenta que mi bolso estaba abierto, ya me habían sacado el monedero y un vaso Contigo, pero no pude hacer nada porque no vi a nadie, y ya el bus había arrancado”.

Las personas que esperan transporte a diario en las mismas paradas, muchos ya saben quiénes y cómo son. Un vendedor de empanadas en las afueras del centro comercial dijo “siempre son tres hombres, los mismos tienen bolsos tricolor de los que les dan a los niños en los colegios, ellos esperan que se forme el despelote y hacen que se van a montar, roban lo que van a robar y se bajan como si nada”.

Erasmo Alián, presidente de la Central Única de los Trabajadores del Transporte (CUTT) afirmó que “en la zona oeste de Maracaibo se aplica más el modus operandi”. En las diferentes paradas de La Curva de Molina se han registrado un sinfín de robos cuando un grupo de personas intentan montarse a la fuerza a un bus, los delincuentes aprovechan.

Las denuncias de los usuarios quedan muchas veces engavetadas, las personas afirman no sentirse seguros ni en los Metro Mara.

“Algunos vendedores de chucherías o ´Charleros´, se montan para detectar a quien tiene cosas de valor para luego robarlos”, añadió Alián.