Al sargento Yimis Rafael Cantillo Valencia y a su hijo, el sargento primero Yimiz Cantillo Yedra, los sorprendieron los ladrones cuando terminaban el negocio. Querían robarle los dos camiones 350
El sargento Yimis Rafael Cantillo Valencia y su hijo, el sargento primero Yimiz Cantillo Yedra, negociaban un cargamento de combustible detrás del Comando D-112 de la Guardia Nacional, en Guarero, cuando los sorprendió el hampa para robarles sus camiones Ford 350 blanco. Se resistieron y los balearon.
A las víctimas las acompañaba una mujer, esta se montó en una motocicleta para huir y también la hirieron. Ella y el motociclista lograron llegar al comando y pidieron ayuda. Los uniformados se trasladaron al sector la trocha El Guayabo, en la parte posterior del destacamento, pero los heridos habían muerto, informó uno de los investigadores.
Según los testigos, los Cantillo se resistieron al robo, estaban armados y dispararon a los atracadores, pero estos fueron más veloces y diestros con las armas y los hirieron. Huyeron sin su botín. Padre e hijo se desangraron entre los 350. Tenían heridas de bala en la cabeza. «Les dispararon en ráfaga».
En las investigaciones preliminares se conoció que los Cantillo negociaban ilegalmente combustible. «La caleta pertenecía a alias «Rafaelina» y la vendían a unos ilegales. Hasta ahora se indaga quiénes estaban reunidos con ellos». Hasta ahora se desconoce cuántos los atacaron, pero la comunidad señala a una banda de ladrones de carros de la zona.
Los cadáveres los trasladaron a la morgue forense. Se conoció que Yimis Rafael Cantillo estaba destacado en el puente del río Limón y esperaba la jubilación.
La Verdad