Los testimonios del femicidio que conmocionó al estado Falcón

Harian era una joven brillante, sensible y talentosa. Estaba a pocos meses de culminar su carrera como contadora pública y era emprendedora. Además, defendía los derechos de las mujeres:

«Lamentablemente, fue víctima, como estoy seguro que han sido muchos jóvenes más, de la falta de medidas de seguridad adecuadas para resguardar la vida y el futuro de los jóvenes en este país. Esta situación nos produce profunda indignación, impotencia y tristeza. Una joven muy especial, con un gran futuro y querida por muchos, hoy no está con nosotros porque un criminal se creyó con la confianza, el derecho y la capacidad de arrebatarle la vida, probablemente por el solo hecho de ser mujer», condenó Henry Pérez, quien fuera su pareja sentimental hasta el día de su fallecimiento

por El Cooperante

La mañana del 20 de septiembre de 2023, la vida de Harian de los Ángeles León de 23 años se paralizó. Un desconocido de su misma edad entró al negocio familiar que Harían atendía para ayudar a sus padres y le arrebató la vida al propinarle 20 puñaladas. El dantesco crimen ocurrió en la calle Garcés, cerca del callejón Sierralta, al este de Coro. Quien fuera su pareja sentimental durante los últimos tres años reveló a El Cooperante, lo difícil que ha sido tener que aprender a vivir con su ausencia y destacó la personalidad carismática, noble y solidaria de Harían.

Aquel miércoles, hablaron como de costumbre muy temprano, la vida de Henry cambió para siempre cuando se enteró de que Harian había sido lastimada en su lugar de trabajo.

«Estuvimos hablando por WhatsApp temprano, como a eso de las 9:00 a.m., ella me mandó un mensaje, yo estaba en unas ocupaciones y no pude responder en el momento. Al rato no había pasado ni una hora, su mamá me llamó porque le avisaron de que a Harian le pasó algo en el negocio, que la lastimaron y que la trasladaron al hospital. Inmediatamente me trasladé al hospital, cuando llegué ya había fallecido. Ya la tenían en la morgue, eran las 10:00 a.m.», relató Henry Pérez este fin de semana, tras posponer la entrevista durante varios meses, debido a lo difícil que es hablar de la partida física de Harian.

Para quienes hicieron vida junto a la joven estudiante de Contaduría Pública de la Universidad Politécnica Territorial De Falcón Alonso Gamero, ese día inició un proceso con trago amargo que, aún no ha cesado pese a que el feminicida de Harian está tras las rejas.

«Tenemos muchas preguntas. También molestia, rabia, incredulidad y sobre todo tristeza que se entrelazan con la aceptación y la añoranza. La familia de Harian sigue afligida por esta situación inimaginable. Sin embargo, han demostrado una fortaleza admirable al exigir justicia y responsabilidad por el daño causado. El recuerdo de lo sucedido será una herida que siempre dolerá, acompañada de la triste sensación de su ausencia».

Peréz la describió como una mujer inteligente, carismática y sobre todo solidaria, cualidades que destaca tras mantener una relación de tres años que, describe como ideal: «Harían era una persona brillante, hermosa, sensible, persistente, destacaba positivamente en todo lo que hacía, poseía un carisma nato y siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás. Toda su vida fue muy responsable con sus deberes, pero sobre todo, así misma. Fue respetuosa, admirada y motivo de orgullo de su familia, amigos y mío. Harian era una persona modelo, un ejemplo a seguir, tan buena y solidaria que marcó la vida de todos los que tuvimos el honor de conocerla».

En este sentido, resaltó que tenía mucho talento. Harian era brillante y sensible. Estaba a pocos meses de culminar su carrera como Contadora Pública y era emprendedora. Además, defendía los derechos de las mujeres y los más vulnerables, una faceta que pudo impulsar desde su rol como activista por los derechos de la mujer, llevaba a cabo activismo social para promover el deporte y la cultura en comunidades vulnerables. Desde hace dos años, formaba parte de la juventud de Acción Democrática en resistencia, ocupaba el cargo de Mujer Joven en la Seccional Falcón.

«Harian disfrutaba mucho bailar, pasar buenos momentos con amigos y amigas, y rodearse de sus seres más queridos. Tenía un compromiso inquebrantable con los derechos de las mujeres y de todas las personas. Era alguien con mucha humanidad,  disfrutaba ayudar a las personas y ser siempre útil en cualquier espacio que se encontrara», añadió.

Su asesino no ha sido trasladado ni enjuiciado

La pesadilla de familiares y amigos de Harian tiene nombre y apellido. Se trata de Wilman Eduardo Álvarez Medina, también de 23 años residente de la calle Unión, quien fue capturado en las adyacencias de la avenida Independencia, la noche del mismo 20 de septiembre, cuando segó la vida de Harían.

En pocas horas, un trabajo de investigación realizado por funcionarios del Servicio de Investigación Penal de la Policía de Falcón (Sipef), identificó a Wilman Eduardo Álvarez Medina, como el hombre que ejecutó el femicidio de Harian al verla sola en el negocio. Tras los primeros interrogatorios, una comisión policial se trasladó hasta la casa de la progenitora de Álvarez Medina y encontró el cuchillo incriminado, el teléfono de la víctima y otras evidencias. Actúo solo.

Desde entonces, sigue detenido en la sede de PoliFalcón, no ha admitido los hechos y el juicio aún no ha iniciado. Henry Pérez exige justicia y celeridad a las autoridades. Asimismo, lamentó que el tribunal tomó la decisión de iniciar el juicio y admitió la acusación por el delito de homicidio calificado en la ejecución de un robo a mano armada con todos los agravantes que contemplan los artículos 77 y 78 del Código Orgánico Procesal Penal, cuando debió haberse calificado como un feminicidio.

«Aún desconocemos el motivo exacto que llevó a este hombre a acabar con la vida de Harian. La acusación presentada por el Ministerio Público sugiere que fue un homicidio en el contexto de un robo. Sin embargo, en nosotros persiste la duda, ya que Harían era una persona tranquila y no mostraba reacciones violentas. Es difícil imaginar que se hubiera resistido al robo o que hubiera provocado una agresión desmedida por parte del acusado. Además, la brutalidad de la agresión, especialmente considerando la vulnerabilidad de ser mujer frente a un hombre armado, es incomprensible, como también lo es, el hecho de que el acusado solo sustrajo algunos dulces y cosas personales de ella, dejando objetos de mayor valor en el negocio».

«Sabemos que el acusado tenía actitudes violentas, según lo que comentan sus vecinos. Incluso existe un video en redes sociales en el que se le ve detenido, comportándose de manera agresiva hacia los funcionarios que lo arrestaron. Desconocemos las razones detrás de esa detención previa y cómo pudo volver a estar en libertad, a pesar de haber demostrado su peligrosidad».

A su juicio, es complejo hablar de que se ha hecho justicia por la muerte de Harian, es subjetivo y expuso:

«A pesar de que el caso ha avanzado, nunca se realizó el cambio de calificación a feminicidio, como se había pedido debido a las circunstancias del hecho. En estas circunstancias, solo pedimos que se imponga la verdad y se haga justicia en base a ello. Además, el acusado aún permanece en un calabozo de la policía municipal, a pesar de que el tribunal dictó que su sitio de reclusión fuera la Ciudad Penitenciaria. Esta situación, supuestamente, se debe a que no ha habido asignación del cupo por parte del Ministerio de Asuntos Penitenciarios, lo cual es preocupante, ya que un criminal de tal peligrosidad debería estar en un sitio de reclusión de mayor seguridad», fustigó.

El pasado 4 de marzo se debió iniciar el juicio, pero la audiencia fue diferida. Henry Pérez subrayó que el Estado tiene responsabilidad en la muerte de Harian porque «si bien es cierto que no puede haber un policía en cada esquina de la ciudad, también es cierto que el victimario ya había demostrado actitudes violentas, incluso frente a funcionarios policiales. Esto nos lleva a pensar que debía existir un conocimiento por parte de los órganos de seguridad sobre el peligro que representaba para la sociedad. Por lo tanto, no se comprende cómo podía estar sin ningún tipo de control».

«Harían era una joven sana y trabajadora. Se encontraba en su espacio de trabajo, un negocio familiar ubicado en prácticamente pleno centro de la ciudad, un lugar donde debía estar segura. Sin embargo, debido a la falta de atención adecuada y oportuna a las actitudes violentas de este muchacho y a la falta de medidas de seguridad efectivas, hoy ella no está con nosotros», enfatizó.

Como dato adicional, cuestionó que Wilman Eduardo Álvarez Medina haya decidido acabar con la vida de Harian de forma repentina y describir la motivación como un simple robo. Era un desconocido para Harian y su familia, pero luego se enteraron que vivía a unas pocas calles del negocio.

«Cuestiono la idea de que la motivación sea un simple robo por la forma tan agresiva en que realizó todo, la cantidad de heridas generadas. Además de que la lógica indica que si vas a cometer un robo vas por objetos de valor, más que por objetos personales y chucherías. No era alguien conocido por ninguno de nosotros, no tenía ningún vínculo. Luego nos enteramos que  vivía en el sector, a unas cuantas calles del negocio. Desconozco si pudo tener algún tiempo vigilándola y pensando en hacer lo que hizo. Esperábamos que las investigaciones dieran respuestas a nuestras dudas».

En sus palabras, cree que el hombre sentía mucho odio y sintió que podía descargar su odio contra Harian porque estaba indefensa. Descartó que tenga algún problema psicológico previo porque en los momentos de entenderse con su defensa ha estado bastante lúcido y claro.

Si tuvieras la oportunidad de decirle algo a Harian por última vez, ¿Qué sería?

Solo tengo palabras de agradecimiento para ti. Agradezco profundamente estos tres años en los que compartimos momentos tan hermosos. Tu cariño sincero y único marcaron de forma muy especial mi vida. Tu sonrisa y actitud alegre me enseñaron a ver la vida desde otra perspectiva, y siempre te estaré agradecido por ello. Coincidir contigo es una gran dicha, y doy gracias a Dios por haberme permitido estar a tu lado.

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