A Yeisi Peña Mamber la describieron sus compañeros como «la mejor policía» de Polimaracaibo. Esperan que hagan justicia y condenen a los siete funcionarios de la PNB
La calle 70 frente a la capilla velatoria San Alfonso estaba cerrada. Las motos de Polimaracaibo cercaron la cuadra, los alrededores se congestionaron, unos 100 dolientes, entre familiares, amigos, vecinos y compañeros, hicieron presencia para despedir a la oficial Yeisi Carolina Peña Mamber, a quien siete funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) asesinaron el pasado domingo.
Sus compañeros con lágrimas en los ojos, la recordaban como la «Comandante». El sobrenombre se lo ganó por su carácter, autoridad y liderazgo. «Era una mujer excelente, una oficial intachable, ejemplo para muchos en el trabajo», comentaron sus compañeros.
Solángel Rodríguez compartió con ella 13 años de servicio y se hicieron grandes amigas. «Fue un ejemplo en todo momento, era una gran amiga y excelente compañera de trabajo, como jefa era la mejor, siempre estaba pendiente de sus oficiales y del trabajo».
En la capilla, José Primera, comisario de Polisur, no podía contener el llanto. Recordó que trabajó ocho con Peña. La describió como una mujer apegada a su familia, a las normativas y a la ley de la policía. Acotó que aunque ya no trabajaban juntos la amistad seguía y compartían con frecuencia.
«Es una lástima que ya no esté en las filas de la Policía, porque era alguien fuerte e importante, pero vamos a seguir trabajando en la calle para combatir la delincuencia, como lo hacía ella. Siempre la recordaré».
Homenaje
Las coronas de flores se aproximaban a la puerta de la capilla. El llanto se hacía colectivo y los sollozos retumbaban en la sala, mientras nueve oficiales sacaban el féretro y lo montaban en el carro fúnebre para trasladarla al comando de La Vereda. Los familiares y amigos se montaron en sus carros y formaron una larga caravana.
En el comando de Polimaracaibo, en El Milagro, esperaban el arrobo de la urna para iniciar la eucaristía. Un desfile en motopatrullas anunció la llegada. La cantidad de espectadores aumentó repentinamente. Todos abandonaron sus oficinas y se formaron en las escaleras de la entrada principal para que bajaran a su compañera. El sacerdote la recibió con una bendición mientras rociaba el agua bendita sobre el ataúd.
En la sala de reuniones se concentraron para la ceremonia religiosa. No había espacio para todos, muchos escuchaban desde afuera. Una hora transcurrió entre alabanzas y oraciones.
Greda Mariela Ferrer, directora de Recursos Humanos del cuerpo policial, tomó la palabra. En un breve discurso comentó que en sus 20 años de servicio, Peña se desarrolló como jefe de la Brigada Ciclista, en al División Vial, División de Tránsito y sirvió como patrullaje en diferentes turnos.»Era la mejor policía que hemos tenido, siempre fue líder, solidaria, responsable, jocosa, daba todo por sus compañeros». Tras las primeras palabras, a Ferrer se le quebró la voz. «De ella puedo hablar todo un día y no sería suficiente».
En su comando
A Nairin Perozo, José Arrieta, Adrián Sánchez, Johadri Carnavalin, Jorge Pacheco, Ramón Martínez y Jorge Gutiérrez los trasladaron a su comando en San Francisco. Sus jefes no se han pronunciado por su actuación. Se comentó que los suspendieron de sus cargos, pero ninguna autoridad lo confirmó.
En la parroquia Ildefonso Vázquez, los vecinos denunciaron que esa noche los funcionarios robaban en los sectores El Mamón y Cijicito. Denunciaron que desde hace dos semanas sometían las barriadas.
Investiguen
“Tanto la ciudad como Polimaracaibo están de luto por la muerte de una mujer y amiga extraordinaria que se ganó el cariño y el respeto de todos sus compañeros durante 20 años de arduo trabajo. La pérdida de ese recurso humano para la policía es terrible, hay un dolor profundo en la institución. Exigimos celeridad en la averiguaciones”, declaró Eveling de Rosales, alcaldesa de Maracaibo.
“Este hecho obliga a una investigación severa. Se han reportados varios homicidios donde están involucrados funcionarios de la PNB, lo que nos debe llevar a la reflexión e incluso a iniciar una depuración en este cuerpo de seguridad. No podemos seguir permitiendo que a personas sin preparación se les entreguen armas para proteger al pueblo”.
Andrea Querales/La Verdad