«Cuando ‘el Gato’ se sentó con nosotros siempre tenía una sonrisa en el rostro de esas que tienen mucha picardía y maldad».
Deivis Ramírez y María Isoliett Iglesias, autores del libro “Capitulo Final: El homicidio de Mónica Spear”, relataron este lunes cómo lograron ingresar a la cárcel de El Rodeo para entrevistar a Edgardo José Contreras Álvarez, alias “el Gato”, el asesino de la actriz.
“Nosotros logramos entrar a la cárcel gracias al permiso de la ministra Iris Varela. Deivis, quien tiene una buena relación con la fuente de sucesos, le planteó este trabajo que estamos haciendo y nos dejaron entrar la primera vez para hablar con cuatro de los siete detenidos que salió en la primera edición (del libro)”, sin embargo, “cuando agarran a ‘el Gato’ en enero de este año volvimos a hacer las diligencias porque necesitábamos saber el testimonio de quien habría sido el gatillero esa noche”, manifestó María Isoliett Iglesias.
En ese sentido, Deivis Ramírez contó que al conversar con los implicados todos admitieron que habían participado en el crimen, aunque “en ningún momento se dieron cuenta quién era la víctima e incluso no sabían que la niña estaba con ellos en el carro”.
“Ellos abiertamente dijeron que cometieron ese crimen, aunque ni siquiera se enteraron esa misma noche. Después de robar y disparar se hicieron una pregunta: ‘¿Por qué los disparos? ¿Qué pasó allí? Bueno creemos que hay heridos nada más’, pero resulta que se enteran la mañana siguiente quién era oficialmente, porque además tenían la cámara durante toda la madrugada y se tomaron fotos felices todos ellos”, dijo durante una entrevista ofrecida a Circuito Éxitos.
Ramírez indicó que fue la pareja de “el Gato” quien identificó a Mónica Spear en el momento que los sujetos estaban revisando la cámara. “Ella es la actriz de televisión”, dijo la mujer y Contreras Álvarez le respondió: “Tú no conoces a nadie déjalo así”.
LA ACTITUD DE “EL GATO” AL MOMENTO DE LA ENTREVISTA
Asimismo, la periodista María Isoliett Iglesias señaló que el delincuente habló del asesinato como si fuese un crimen más, aunque acotó que no quería hacerlo: “Él dijo que no la quería matar pero si el gruero no hubiese disparado primero ellos ‘no se detonan’. Sabe que está preso porque había sido Mónica Spear, porque ya había cometido dos homicidios más y por eso no tienen ningún tipo de registro”.
“Su tono de voz, según lo que yo puedo interpretar, era de orgullo cuando me dijo: ‘Es que aquí (El Rodeo) me tienen miedo, me ven como un monstruo y yo soy tranquilo’”, resaltó. Además afirmó que “el encierro en la cárcel lo aturdía mucho y decía que estaría mejor si se hubiese ido a Tocorón donde está su hermano mayor y forma parte de los pranes”.
Por su parte, Deivis Ramírez aseguró que Edgardo José Contreras Álvarez no mostró ningún signo de arrepentimiento mientras contaba lo sucedido.
“Cuando tu lo ves su estampa no es de delincuente, es una persona que estaba de piel muy limpia que no tienen ningún tipo de marcas solo algunos tatuajes, pero no son esas cicatrices características de un delincuente”, dijo al tiempo que recordó: “‘El Gato’ cuando se sentó con nosotros siempre tenía una sonrisa en el rostro de esas que tienen mucha picardía y maldad”.
Destacó que al principio el hombre estaba un poco reacio, sin embargo, “cuando empezó a contar la historia y se sintió en confianza, ya no tenía ningún tipo de escrúpulo o arrepentimiento”.
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