Un sicario disparó 11 veces en contra Deivis Enrique Sermeño Moreno (33), oficial agregado de la Policía regional, cuando este estaba parado en la puerta de su casa. Lo hizo delante de su amante y uno de los niños del efectivo el pasado viernes a las 9.00 de la noche
A Deivis Enrique Sermeño Moreno (33), oficial agregado de la Policía regional, lo mataron dos desconocidos en la casa de su amante. El sicario disparó 11 veces en contra del funcionario cuando este estaba parado en la puerta de su casa. Lo hizo delante de la mujer y uno de los niños del efectivo el pasado viernes a las 9.00 de la noche en el municipio Jesús Enrique Lossada.
Sermeño se encontraba en la casa de Diana Boscán, su concubina durante 11 años, urbanización Villa el Bosque. El asesino llegó y tocó la puerta y el uniformado abrió. El sicario preguntó: “¿Es usted policía?” Su respuesta afirmativa sería la última palabra que diría en su vida. Mientras el asesino levantaba el arma para matarlo, la mujer apartaba al menor de los niños de las piernas de su padre para que no resultara herido, detalló un testigo.
El hombre cayó y quedó rodeado sobre un charco de sangre que crecía con cada segundo que pasaba. Los vecinos llamaron a la Policía. Las unidades arribaron rápido porque el caído era un funcionario. El segundo asesinado de manera similar en menos de 15 días en el estado Zulia. Lo trasladaron al Hospital José María Vargas a donde ingresó sin signos vitales.
En la entrada de la vivienda quedaron los casquillos y un proyectil medio destrozado que delataban el calibre del arma usada por el homicida. Era una pistola 9 milímetros. Por ahora no se maneja un móvil por el caso.
Trifulca
Al cierre de esta edición el cadáver de Sermeño estaba envuelto en una discusión entre sus familiares y su amante. El uniformado adscrito a la Brigada Motorizada en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo estaba casado desde hace 12 años con Helena Portillo y sostenía una relación abierta con Diana Boscán. Ayer, ambas querían encargarse del sepelio del oficial.
José Manuel Sánchez/La Verdad