La historia tiene tintes de violencia como algunos rasgos de humanidad, y la vivió un migrante venezolano que se vio envuelto en una riña en Bucaramanga.
Medios como Vanguardia aseguran que la víctima de la salvaje agresión fue Ronald Antonio Córdoba, un hombre de 40 años al que le propinaron un machetazo en su mano derecha en vía pública del barrio San Francisco, el martes pasado.
De acuerdo con la versión que el ciudadano les entregó a las autoridades, y que recoge ese diario, la pelea se desató “luego de que lanzara piropos a una mujer” que era la compañera sentimental del atacante, al que conocen con el alias de ‘Chino’.
Parte de la situación quedó registrada en un video aficionado, y allí se observa cuando varias personas salen de sus viviendas para auxiliar al herido que permanece agachado en el andén.
El hombre fue trasladado a un hospital y las autoridades recogieron la mano y se la entregaron a los médicos, que de inmediato se dieron a la heroica tarea de reimplantársela.
Fue este viernes cuando se conoció, por un reportaje de Semana, que un grupo de siete médicos del Hospital Universitario de Santander se le midieron a la compleja cirugía, y que 14 horas después la culminaron de forma satisfactoria.
La cirujana Genny Meléndez explicó, a ese medio, que como la herida se produjo por un corte fino eso favoreció el trabajo, pues la parte de la mano quedó intacta y no como cuando se produce un accidente en una máquina o molino.
“La lesión se realizó con un arma blanca que hizo un corte nítido, en este caso fue con un machete, entonces procedimos a reimplantar el segmento amputado […] la cirugía de reimplante consiste en conectar los huesos, los tendones, las venas, las arterias y los nervios para que la mano no solamente vuelva a tener vida sino para que funcione”, comentó la especialista.
Los médicos creen que el proceso de recuperación pueda tomar poco más de un año, pero advierten que todo dependerá “de la actitud del paciente para rehabilitarse”, reseña Pulzo
En cirugía de 14 horas le salvan la mano a un venezolano en Bucaramanga
omo un acto de heroísmo se podría calificar la atención oportuna de salud brindada por un grupo de médicos del Hospital Universitario de Santander, en Bucaramanga, a un migrante venezolano que había perdido su mano derecha de un tajo que le dieron con un machete en una riña.
En una operación de 14 horas, la cirujana plástica Genny Meléndez, con su equipo de médicos residentes, le reimplantó la mano a Ronald Antonio Córdoba, de 40 años, quien tuvo un altercado con otro hombre en el barrio Mutualidad, de Bucaramanga, el pasado martes.
Tras la mutilación de Córdoba, los habitantes de la zona lo auxiliaron, unos policías recogieron la mano del suelo y lo llevaron a la Clínica La Merced. Posteriormente lo remitieron al Hospital Universitario de Santander, donde le realizaron la intervención quirúrgica que le salvó la mano. Los médicos esperan que evolucione satisfactoriamente, sin embargo, aclaran que se pueden presentar complicaciones y que la recuperación definitiva dependerá de la rehabilitación.
La cirujana Genny Meléndez explicó cómo fue la compleja cirugía que inició a las 11:30 de la mañana del martes y que finalizó con éxito casi a las 2:00 de la madrugada del miércoles: “La lesión se realizó con un arma blanca que hizo un corte nítido, en este caso fue con un machete, entonces procedimos a reimplantar el segmento amputado (la mano), y la volvimos a colocar en su lugar».
Facilitó la intervención el hecho de que el paciente es relativamente joven y no padece otras enfermedades, además según precisó la cirujana Meléndez, el corte que le hicieron en la mano fue nítido, no como cuando ocurren accidentes de personas en máquinas moledoras o en un trapiche.
En el caso del migrante venezolano se tenían todas las condiciones para que intentaran el reimplante, y así lo hicieron los médicos, quienes también lo habrían hecho con cualquier paciente que llegara por urgencias. Ronald Córdoba es un migrante irregular, que no cuenta con el Permiso Especial de Permanencia ni está afiliado a ninguna EPS, sin embargo, por disposición del Ministerio de Salud se le brindó atención oportuna y especializada.
«La cirugía de reimplante consiste en conectar los huesos, los tendones, las venas, las arterias y los nervios para que la mano no solamente vuelva a tener vida sino para que funcione, que vuelva a tener una mano funcional. El objetivo es que el paciente vuelva a usar su mano con una adecuada terapia de rehabilitación, esto puede tomar un año o más y la recuperación depende de la actitud del paciente para rehabilitarse», precisó la especialista.
Para ejecutar este procedimiento se preparó al paciente y se dispuso el quirófano con Meléndez a cargo, el equipo de cirujanos residentes, instrumentistas y enfermeros. «En el hospital tuvimos todos los recursos, los insumos médicos, el personal médico, los anestesiólogos. Fue un grupo valiosísimo», agregó.
Ronald Córdoba se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos en este centro asistencial y se espera que evolucione satisfactoriame. Si realiza terapias de rehabilitación, en unos meses podrá agradecer y dar la mano a los médicos que se la salvaron.