A Alonso Antonio Mora (52) le desfiguraron la cara. Sus familiares desconocen que tuviera problemas. La Policía científica investiga a varios consumidores de drogas del barrio Virgen de Guadalupe en San Francisco. Presumen que algún cercano de la víctima perpetró el homicidio
Las ramas caídas de unos árboles tapaban a medias el cadáver de Alonso Antonio Mora, de 52 años, en una zona enmontada cercana a la cañada La Silva en el sector Oriana del barrio Virgen de Guadalupe en el municipio San Francisco. Era consumidor de drogas, «pero querido en el barrio».
A las 8.00 de la mañana consiguieron a Mora sobre los escombros de un muro derribado. Apoyado sobre el costado derecho de su cuerpo, con el rostro desfigurado en la calle 20D. Una roca manchada de sangre estaba a su lado. Vestía jean blanco, una franela roja, estaba descalzo. Los vecinos contaron que lo vieron por última vez a las 4.00 de la madrugada en las adyacencias de su vivienda.
Los primeros en ver el cadáver lo reconocieron y avisaron a la familia. Al llegar taparon su cara con una franela azul. Al lugar llegó Yuselis Villa, su sobrina. Contó que su tío consumía sustancias estupefacientes y alcohol, mientras que manipulaba su celular para notificar a toda la familia. «No logró salir de ese vicio», sin embargo, era tranquilo y no se metía con nadie, aseguraban los presentes. Otros explicaron que desconocen que haya estado incurso en algún problema.
La familia aseguró que trabajaba como obrero en un astillero de una empresa petrolera, era casado pero ya no convivía con su esposa, dejó tres hijos. La Policía municipal de San Francisco resguardó la escena a esperas de la Policía científica. Al llegar los detectives entrevistaron a los testigos y familiares.
Levantaron y montaron el cadáver en la furgoneta forense y lo trasladaron hasta la morgue para la necropsia de rigor. De la piedra tomaron una muestra de sangre y se la llevaron como evidencia. Los detectives evaluarán el entorno social de Mora, ya que presumen que el homicida sea un cercano de Alonso. Los policías agregaron que en la zona que lo mataron acostumbran a reunirse muchos consumidores del barrio al caer la noche.
Daniella Sánchez Pacheco/La Verdad