Las aberraciones de Santiago, el monstruo que violaba a su bebé de meses y la ofrecía a otras personas para mantuvieran sexo con ella, incluso tríos.
Tenía antecedentes por pornografía infantil.
La madre de la niña, en tratamiento para cambiar de sexo, está siendo investigada por guardar en su móvil los videos de la niña.
La progenitora detenida estaba a punto de cambiarse de sexo cuando conoció a Santiago. Se sospecha que la dejó embarazada para impedirlo.
El sujeto de 25 años nació en Venezuela, pero se trasladó a España muy joven. Cuando era adolescente, a Santiago le echaron de su casa tras pegar una paliza a su padre.
Mal estudiante, empezó a ganarse la vida como camarero en restaurantes.
Tras emanciparse, salía por plaza de España y el Templo de Debod en busca de niños y adolescentes con los que mantener relaciones sexuales y, hasta hace poco, acumulaba dos detenciones en el lapso de unos meses por compartir y distribuir pornografía infantil.
En su móvil se han hallado al menos dos vídeos en los que él mismo se grabó violando a su bebé violandola cuando tenía apenas meses.
El apartamento donde se encontraban la madre, el padre y la menor estaba en pésimas condiciones de salubridad. En la vivienda encontraron también restos de drogas -ambos progenitores eran adictos- y la niña se encontraba en un estado total de abandono hasta el punto de tener todo su cuerpo cubierto de arañazos.
Fue en septiembre de 2022 cuando la Unidad de Ciberdelincuencia y la Policía de EE.UU identificaron a una persona que compartía imágenes sobre explotación sexual a menores de corta edad a través de diferentes redes sociales.
La Policía Nacional pudo investigar su entorno, momento en el que descubrieron que acababa de tener una hija con su pareja, nacida en mayo 2022, lo que aceleró las pesquisas. Se trataba de Santiago. Ya había sido detenido en 2021 por compartir pornografía infantil e incluso se le habían prohibido los accesos a cualquier red social.
Los agentes solicitaron una entrada y registro en un piso del barrio de Lucero, en el distrito de Latina, en Madrid. No solo descargaba este material pedófilo sino que también lo difundía a terceros.
Tenía en dos teléfonos y un ordenador un centenar de vídeos de menores de dos años con contenidos sexuales muy duros.
Con información de El Mundo/ España