David Nieto (21) murió ayer. Sus amigos le hicieron los santos rezos dentro del salón de reuniones del conjunto residencial, donde lo vieron crecer. Se negaron a hablar
Dentro de las residencias Lajas Blancas se vive una tensión. Los vecinos prefieren callar entorno a la muerte de David Alejandro Nieto Piña, de 21 años. Luego que este junto a su amigo, Mauricio Castellano, se quemaran en una explosión en la azotea del edificio A-1. Efectivos del Cuerpo de Bomberos informaron que en el lugar habían artefactos explosivos, sin especificar de qué tipo.
En un salón del condominio del conjunto residencial apostaron el féretro con el cuerpo de David, los vecinos y amigos rezaron por su eterno descanso. Unos 50 allegados se sentaron en las sillas plásticas distribuidas en la pequeña plaza.
Un par de amigos, sin identificarse, dijeron que esperarán a que las autoridades den su versión para ellos pronunciarse. «Si la Policía o los Bomberos dicen mentiras hablaremos por nuestro amigo». David y Mauricio vivían dentro de la residencia desde que nacieron y se conocían desde «chamos».
A Nieto lo describieron como un joven alegre y extrovertido. Vivía con su madre en la torre B-2, quién aún no sabe sobre su deceso, ya que recientemente sufrió un accidente cerebrovascular y esperan «el momento más oportuno para contarle lo que pasó». Sus hermanos viven fuera del país y su padre tiene un año separado de su progenitora.
David trabajaba instalando el sistema eléctrico en una escuela. «Desde hace tiempo estaba en eso, instalaba una acometida». Tenía cursos de electricidad y estudiaba Ingeniería Industrial y electrodoméstico industrial, según su biografía en su cuenta de Twitter, @DavidNieto94. De Mauricio indicaron que aún se recupera de las heridas, sin embargo, no manifestaron alguna queja contra el Hospital Universitario de Maracaibo por la atención que les brindaron.
Helím Pirela, director de los Bomberos de Maracaibo, detalló que en la azotea de la torre A-1 había «artificios pirotécnicos desarmados». Indicó que las investigaciones ahora quedan a cargo del Ministerio Público.
Del edificio, el comandante dijo que sufrió grietas en algunas paredes y ventanas rotas por la vibración generada por la detonación. «La explosión no pudo generarse por manipulación de cables. La electricidad no va a generar tal explosión». Explicó que «falta saber la cantidad de los objetos explosivos y su procedencia».
José Antonio González/La Verdad