Hablan familiares y víctimas de la inseguridad

En el ámbito de los famosos, Arnaldo Albornoz es la primera víctima fatal del año 2017 en Venezuela. El joven presentador de televisión fue asesinado el pasado 14 de enero en el estacionamiento de su residencia, ubicada en la populosa zona de Caricuao.

Un hecho que, nuevamente, disparó las alarmas sobre la indefensión a la que está sometido el ciudadano en general.

Su nombre, como el de centenares en el país, forma parte de las amplias estadísticas de violencia que, tan solo en 2016, cerraron con 28 mil 479 homicidios. Esto, según precisiones del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), dirigido por el sociólogo Roberto Briceño León.

Aunque Albornoz retrata el tiempo presente de la criminalidad, el pasado de Venezuela en este milenio tiene otras caras que recrean el drama nacional. El asesinato del actor Yanis Chimaras, perpetrado el 24 de abril de 2007, parece haber abierto un camino inédito en la crónica roja del país. En la última década, los nombres de personas ligadas al mundo público se han sumado, como nunca antes, a la lista de crímenes.

Javier García, periodista de RCTV  (14 de junio de 2008); Rafael Monzant, representante de modelos (18 de julio de 2011); Libero Iaizzo, mánager de Caramelos de Cianuro (22 de marzo de 2012), Sixto Bermúdez, odontólogo del Miss Venezuela (20 de mayo de 2013); Mónica Spear, actriz y reina de belleza (6 de enero de 2014); Elisa Guerrero, intérprete criolla (6 de julio de 2015) y Ricardo Durán, periodista de VTV (20 de enero de 2016). Ellos son solo las caras conocidas de lo que a diario llora el país en las puertas de las morgues nacionales.

Venezuela violenta

En materia de seguridad, las políticas establecidas por el gobierno nacional del señor Nicolás Maduro –y las de su antecesor Hugo Chávez– no han dado el resultado que los habitantes necesitan.

Los casi 29 mil crímenes de 2016  –mil más que en 2015–  colocan a Venezuela en un deshonroso segundo lugar en el continente por esa causa. Solo superado por El Salvador. Así lo ratifica Briceño León en la documentación de casos que registra para el OVV.

Como se recuerda, en 2012 Tarek El Aissami, entonces ministro del Interior, lamentaba las cifras rojas cuando declaraba en el contexto del hallazgo del cuerpo sin vida de Libero Iaizzo. El personero oficial admitía públicamente: “No hemos podido romper ese piso duro de 48 muertes por cada 100 mil habitantes; es una tasa muy alta”.

A diferencia de aquel año, en 2017 la tasa de homicidios casi se ha duplicado, ubicándose en 91.8 por cada 100 mil habitantes. Solo que ahora no hay vocero gubernamental que de la cara por tanta tragedia venezolana. Tarek El Aissami, sin embargo, se ha convertido en el nuevo vicepresidente de la República.

En todo caso, la cifra muestra un comportamiento ascendente desde el año 2000 y ese descalabro social describe un país esclavizado a la suerte de quienes transgreden la ley. Casi siempre de forma impune.

Se estima, por ejemplo, que la relación de homicidios diarios es de una persona cada 20 minutos. El hecho, alarmante de por sí, cobra notoriedad solo cuando se trata de algún personaje con relieve público. Es lo que resiente un sector de la población, cuyo pesar a veces queda escondido en la negativa gubernamental de posibilitar el acceso a la información.

“No es que un famoso duela más al país como muchos dicen sino que a través de un famoso es como la realidad se conoce de manera más contundente”, opina One Chot, cantante venezolano de reggae, quien en 2012 recibió un disparo en la cabeza mientras llevaba a una amiga a su casa en las inmediaciones del centro comercial El Recreo. “Lo cierto es que aquí en Venezuela todos los días mueren personas por homicidio. Aun así yo no pienso irme de mi país”.

La reflexión, agria por demás, es que el dolor por la pérdida de un familiar o amigo a manos de la delincuencia se ha convertido en el sentimiento que hoy unifica a los venezolanos, sean famosos o de bajo perfil.

Los hijos del país se están muriendo 

Wilfredo Albornoz, hermano de Arnaldo Albornoz, apela a la nueva plegaria nacional:  “Ya basta de balas”. Y con el lamento propio de la circunstancia que enfrenta, recuerda: “Mi hermano era muy humilde, muy trabajador, tenía muchos proyectos y sueños”.

En nombre de su familia y de una madre que está negada a aceptar los hechos, solicita que se haga justicia. “No queremos que se quede en vano pero sí quiero dejar claro que los hijos de Venezuela se están muriendo”.

Arnaldo Albornoz era el menor de cinco hermanos y su episodio de fatalidad constituye el primer encuentro que ese núcleo familiar ha tenido con la delincuencia extrema. “Tenemos mucho dolor y nos estamos aferrando a Dios porque es el único que nos puede proteger en Venezuela”.

Palabras de Maydeliana

Esta venezolana sabe lo que es llevar el luto impuesto por desconocidos. El 7 de septiembre de 2016, luego de coronarse en Colombia a principio de año como reina internacional del café, recibía la noticia del asesinato de su padre y su hermano de 12 años, ambos en un mismo hecho y en su casa de San Fernando de Apure.

Ahora, con el homicidio de Arnaldo Albornoz, la recordada Miss Sucre 2015 dice para Caraota Digital: “Jamás imaginé que el hampa volvería a mostrarse en mi propio país de esa manera tan fea. Me siento triste y decepcionada, porque lo peor es que se trata de niños y adolescentes que están cambiando los libros por las armas, cuando debe ser lo contrario”.

Cuando vivió su momento de tragedia personal, Maydeliana no dejó de trabajar. Sabía que de ella dependían dos personas más por las cuales nunca se detuvo. “No hay palabras de consuelo para la madre de Arnaldo Albornoz. Nadie en el mundo siente su dolor. Yo llevé todo mi dolor por dentro, sin exhibirlo, debía ser fuerte, aunque no ha sido fácil”.

En su red social Instagram, Díaz colgó una foto al lado de Arnaldo Albornoz y escribió una reflexión dirigida a los jóvenes de Venezuela y, sobre todo, a los padres de estos:  “Lo que más me indigna de todo es saber que la mayoría de esos delincuentes asesinos que están en la calle son niños menores de 18 años”.

Se pregunta en tono de cuestionamiento social: “¿Dónde está la Venezuela luchadora, trabajadora, con los mejores talentos a nivel mundial? ¿Dónde está esa Venezuela bonita? ¡Señores, despierten! La vida no se trata de quítate tú para ponerme yo. La vida se trata de trabajar para superarte a ti y de competir contigo mismo para ser mejor cada día. Yo tengo fe y mucha convicción de que nuestros jóvenes van a cambiar y serán personas de bien y que Venezuela será la misma de antes”.

Yanis, el “ángel” de Laura Chimaras

La actriz venezolana enfrentó hace 10 años el asesinato de su padre, el actor Yanis Chimaras. El país quedó conmovido ante la muerte trágica de una figura que era celebrada por lo impecable de su oficio. Precisamente, en ese momento estaba en pantalla con su personaje Guaicaipuro Mercado en la telenovela Ciudad Bendita.

“Desde mi vivencia, solo puedo comunicar que puedo sentir exactamente lo que es perder a alguien porque me tocó vivirlo”, dice Laura desde Miami para Caraota Digital. “Es muy duro sentir que a esa persona la mataron, no falleció; pero, por otro lado, puede llegar un poder de entendimiento de que sí era su momento”.

Chimaras opina que cada ser humano lo va a querer ver de la manera que lo sienta. “Si nos vamos a la situación país, es imposible vivir con tranquilidad, solo se siente zozobra”.

Son muchas las cicatrices que quedan tras la muerte violenta de un ser querido: “Desde tu corazón hasta la mente, y para comenzar un proceso de sanación es bastante complejo, porque amerita mucho tiempo y de verdad pienso que esas cicatrices por mucho que sanen, están ahí y cuando pasan situaciones similares ellas abren un poco”.

Desde aquel lamentable hecho, Yanis se convirtió en su maestro. “Es para mí la persona más importante en mi vida. Fue un gran hombre y dejó huellas que para mí son imborrables. Es mi maestro de vida y seguirá siendo mi ángel”.

Vivir para contarlo

 “A mí me metieron un disparo en la cabeza el 28 de febrero de 2012 cuando estaba a una cuadra del centro comercial El Recreo”, relata su episodio el cantautor One Chot. “Después de ese instante, yo no recuerdo nada en absoluto. El cerebro es sabio y discrimina el tipo de información con la que quiere quedarse, es decir que tuve un block out (bloqueo mental) y pasé un mes en un coma inducido”.

Tras haber sobrevivido, algo que desafortunadamente no le ocurre a miles de venezolanos, este artista venezolano dice estar agradecido. “Más bien me siento bendecido por toda la fortuna, por las múltiples oraciones de mis seguidores porque toda esa energía ayuda. Le debo lo que soy a la música. Soy un idealista”.

Estima que lo sucedido a Arnaldo Albornoz es un “hecho terrible” por lo cual advierte desde su postura ciudadana la importancia de que se produzca un cambio radical en la forma como se está dirigiendo la seguridad de los venezolanos.

“Han dejado que se desborde tanto que a veces pienso que hemos llegado a un punto de no retorno. Si no despertamos hoy, mañana será tarde. No puede haber más heridos por balas, menos en un país hermoso como Venezuela que no está acostumbrado a la violencia”.

Para One Chot resultaría válida cualquier vía de solución. “Claro, mi medio es la música y mis  mensajes, sin embargo, mientras más artistas se presten a hacerle el juego al gobierno entonces el mensaje de los otros artistas se hará más débil”.

Por eso, a los famosos que apoyan al gobierno les recomienda abrir los ojos. “Pueden estar ganando mucho dinero ahora, aunque les recuerdo que ellos también son víctimas de la delincuencia y que sus hijos crecerán en este país. Me niego a creer que esta sea la sociedad que quieran construir para el futuro”.

Para este artista víctima de las balas, el gobierno y la delincuencia son aliados en la actual espiral de violencia. “Eso se evidencia cada día con el aumento de crímenes que las autoridades no logran o no quieren controlar y lo que me preocupa es que podría desembocar en salidas no pacíficas”.

Este cantautor se encuentra en etapa de preparación de un nuevo disco que ha denominado Social. Será una producción independiente, como sus anteriores. Tiene previsto sacarla al mercado a final de 2017. “Está concebido como una crítica social sumamente fuerte en contra de todos los sectores que hacen vida en el país, porque tanto el gobierno como la oposición somos responsables de esta debacle”.