Habla la tía del bebé venezolano asesinado en Trinidad y Tobago

El pasado sábado se cumplieron dos semanas del asesinato del niño Yoelvis Santoyo, quien pereció en manos de su madre cuando intentaban ingresar a Trinidad y Tobago para reencontrarse con su familia.

Pese al dolor y la irreparable pérdida, el gobierno del país caribeño ha mantenido una actitud indiferente y asegura que se trató de un procedimiento regular. Hasta el momento, Darielvis Sarabia se encuentra recluida en el hospital debido a su delicado estado de salud, pero este fin de semana fue trasladada a una estación policial para ser interrogada. Su cuñada, Daicelis Salgado contó la pesadilla en que se ha convertido ser venezolano en Trinidad y alertó a todos quienes están pensando irse a ese país que no lo hagan: el trato es horrible y este país se está cayendo.

Salgado es hermanada de Yeremi Santoyo, padre del niño que tenía un año y cuatro meses de edad. En entrevista exclusiva concedida a El Cooperante, explicó lo que sucedió este viernes cuando la joven madre fue trasladada del Hospital de Sangre Grande a una estación policial para supuestamente declarar sobre el caso y precisó en las condiciones en la que se encuentra hospitalizada.

«Supuestamente, el cónsul venezolano dice que ella no está detenida, pero el hospital está custodiado, ella está custodiada por policías, tiene las visitas restringidas y solamente puede pasar su esposo -solo un momento-, lo dejan pasar para que él la ayude a cambiarse, a darle comida  porque no está en buenas condiciones».

Darielvis fue operada el jueves, se le insertó una placa metálica para estabilizar una fractura que sufrió por los disparos de los efectivos de la Guardia Costera y este viernes, algunos familiares y amigos dieron el último adiós al pequeño en la Iglesia del Nazareno de Arima y fue enterrado en el cementerio público de D’Abadie. No asistieron ni la madre ni su hija.

Debido a lo conmocionado que está su grupo familiar, Salgado dijo que no han podido concretar ayuda de organizaciones y personas que se han ofrecido a ayudarlas, pero agradeció a todos su apoyo, especialmente a Orlando Moreno, representante del Foro Penal Delta Amacuro, y Acnur.

Lamentó que hayan tenido que pasar por todo esto y relató su propia historia, porque ella y su esposo también han sido víctimas de atropellos por parte de las autoridades de Trinidad y Tobago, inclusive su pareja fue a la cárcel injustamente porque un policía «se enamoró de él». Además, reprochó que los niños, niñas y adolescentes venezolanos no tienen derecho a estudiar en ese país y dijo que las condiciones de vida son precarias.

«Les digo que no se vengan, que por favor por no tomen la decisión de venirse a Trinidad. Es terrible la forma cómo nos tratan, este país no está en condiciones de recibir a nadie que busque una solución a su situación. Se está hundiendo. Yo tengo cuatro años aquí en trinidad y de dos años para acá, se ha deteriorado todo: hay desempleo, inflación, aumento la comida de un día para otro, maltratan a las personas; aquí se trabaja solamente para pagar el alquiler y comprar la comida, para más nada, porque muchas veces no podemos comprar ni un par de zapatos (…) los niños no estudian, el niño que se viene lo que viene es a perder el tiempo, perder su momento de estudiar, de aprender porque debe trabajar. Mis hijos de abandonaron su carrera en la universidad, tengo uno que dejó el liceo ya entrando al cuarto año y una niña de 10 años y tiene 2 años aquí que no ha estudiado».

¿Qué ha pasado con su cuñada Darielvis Sarabia? ¿Por qué fue llevada a la estación de policías este viernes?

Ella está ahorita en el hospital nuevamente, desde que fue sacada arbitrariamente por los policías del hospital y la llevaron a la estación de policía de Sangre Grande. Pero bueno, ese día la abogada se dirigió hasta la estación de policía y pudo lograr que ella fuera trasladada nuevamente al hospital. Supuestamente, las autoridades de Trinidad y el cónsul venezolano dice que ella no está detenida. Pero el hospital está custodiado por policías, ella está custodiada y tiene las visitas restringidas. Solamente puede pasar su esposo, un momento, tampoco puede ser mucho rato y cuando lo dejan pasar, él la ayuda a cambiarse, a darle comida porque no está en buenas condiciones.

La muchacha está en malas condiciones, no sé si ustedes pudieron ver la noticia donde ella estaba presentando demasiado dolor porque está en un estado prácticamente de desnutrición. Se ve muy cambiada y nosotros estamos muy preocupados por su salud.

Han pasado más de 15 días de la lamentable pérdida de su sobrino, ¿ustedes han recibido alguna ayuda de parte del gobierno de Trinidad y Tobago?

No, de parte del gobierno de Trinidad, no. Lo único que hicieron al siguiente día de la muerte del bebé, fue pronunciarse para decir que fue un incidente, que su Guardia tenía razón al dispararle a cualquier bote porque ellos están cuidando su frontera y están en todo su derecho.

Pero de ayuda o de que ellos estén pendientes de la integridad o del bienestar de Darielvis, no. Se podría decir que la única ayuda ha sido que la tienen en el hospital, más nada. No han corrido con gastos, no han ayudado con trámites de papeles, ni nada. Nuestra familia es la que ha salido adelante, hemos estado muy atentos y por supuesto, muchas personas se han pronunciado porque han querido ayudar, pero en general, no hemos podido obtener esas ayudas de parte de ellos.

Han sido reporteros, personas naturales y organizaciones desde Venezuela que nos han ofrecido algunas ayudas, pero muchas no hemos podido obtenerlas porque hemos estado ocupados, no hemos tenido tiempo para comunicarnos bien, para coordinar de qué manera podríamos recibir ayuda. Pero Dios nos ha ayudado y hemos podido salir adelante, pese a toda esta tempestad.

¿Cómo ha sido el apoyo desde Venezuela?

Hemos recibido ayuda y apoyo de muchas personas, principalmente de ustedes, de los medios de comunicación que están atentos, todo el personal de Acnur, Andreina Briceno Brown, fundadora de la ONG Centro Cultural Hispano La Casita de Arima, el señor Orlando Moreno defensor de DDHH. Hemos recibido ayuda de todos ellos, sin la ayuda del señor Orlando Moreno de verdad que esto no se hubiese sabido en todo el mundo, porque él se comunicó conmigo desde el primer momento que yo publique en el Facebook lo que había pasado. Yo fui la primera persona a quien mi hermano llamó para darle la mala noticia, pese a que vivo un poco lejos.

Ese día, viajé tres horas para poder llegar a donde él estaba con Darielvis y desde ese momento, empecé a publicar en la red social lo que había pasado que el niño estaba muerto tras recibir disparos de la Guardia Costera; e hice la denuncia pública en grupos de venezolanos en Trinidad. Desde allí, nuestros compañeros venezolanos me ayudaron a compartir las publicaciones y el señor Orlando Moreno, inmediatamente se comunicó conmigo. No pasaron ni dos horas cuando él se comunicó conmigo y a partir de allí, decenas de reporteros me llamaron y me preguntaron detalles y así no quedó impune todo esto. Doy gracias a Dios porque todos han estado muy pendientes.

Además, los de la Casita Hispánica han estado muy pendiente de ayudar a mi hermano con su estatus de refugiado porque él estaba ilegal acá, y su esposa como todos saben también venía entrando ilegal con los niños. Le consiguieron los papeles a través de Acnur y está actualmente bajo presentación. Se espera que a Darielvis se los entreguen también este lunes.

¿Ustedes han sido asesorados legalmente?

Por los momentos una abogada intervino cuando Darielvis fue trasladada a la policía, porque ella no está en condiciones de declarar, y tampoco puede declarar sin un defensor al lado. Pero como tal, no tenemos todavía el abogado que en realidad nos va a representar en todo esto, queremos que sea un abogado que luche por los derechos de los venezolanos aquí en Trinidad.

Y sobre lo qué podría hacer el gobierno de Trinidad, nosotros lo que pedimos es justicia, que las personas que mataron a ese bebé paguen por lo que hicieron, eso es lo que nosotros hemos pedido hasta ahora y  no se ha hecho formalmente. Aún estamos con todo lo de la muerte del bebé, su mamá en el hospital y todo eso, pero lo único que buscamos es justicia.

¿Cuál es su mensaje para el venezolano que piensa ir a Trinidad y Tobago para cambiar su vida?

Mi opinión y mi consejo para todo aquel amigo venezolano es que no venga. Tengo más de un año aconsejándoles que no se vengan a mis amigos y familiares, que por favor no tomen la decisión de venirse a Trinidad. Nos tratan horrible, esto es terrible. Este país no está en condiciones de recibir a nadie que busque una solución, ni nada de eso. Este país se está hundiendo.

Yo tengo cuatro años aquí en Trinidad y de dos años para acá, todo se ha deteriorado. No es la misma de hace cuatro años: hay desempleo, inflación, aumenta la comida de un día para otro, el trato de las personas es malo, aquí se trabaja solamente para pagar el alquiler y comprar la comida, para más nada, porque muchas veces es difícil hasta comprar un par de zapatos y más para quienes tenemos hijos, el techo, la comida. Los niños aquí no estudian, el niño que se viene lo que viene es a perder el tiempo, a perder su momento de estudiar, no puede aprender, sino trabajar. Mis hijos dejaron su carrera en la universidad, tengo uno que dejó el liceo ya entrando al 4to año de bachillerato y una niña de 10 años, que tiene ya dos años aquí y no ha estudiado.

No le aconsejo a nadie que se venga. Venirse a Trinidad es lo peor que pueden hacer en estos momentos.

¿Por qué no se vienen a Venezuela?

En Venezuela también la situación está un poco difícil y cada quien sabe cómo son sus problemas. No es tan fácil. Nosotros teníamos un dinero ahorrado para regresarnos y mi esposo se enfermó de COVID-19, y de broma no se murió, estuvo mal, muy grave y no lo llevé al hospital porque en ese entonces estaban dejando morir a mucha gente con esa enfermedad. Yo misma lo curé con el tratamiento en casa y en eso gastamos los ahorros que teníamos.

Luego de que se mejoró de ese virus, había pasado como mes y medio y estaba manejando en un carrito que nosotros compramos con mucho esfuerzo y le pasó algo increíble. Aquí en Trinidad no le dan licencia a los venezolanos, es un problema para obtener una licencia para manejar y nosotros mandamos a sacar una licencia internacional para mi esposo y él andaba en el carro con su licencia y resulta que un policía se enamoró de él.

El oficial dijo que la licencia era falsa y lo metió preso. Durante la audiencia de presentación no había traductor y no aceptaron tampoco que yo le pagara una traductora y en la Corte me lo mandaron un mes de a la cárcel. Gracias a Dios y a una abogada muy buena lo sacamos a los 15 días, pero él cuenta que donde estaba era horrible, una experiencia muy mala: estaba en la cárcel, con violadores, con asesinos y ladrones. Estaba encerrado en unos containers con candado.

Ahora que salió no quiere ni tocar ese carro y nosotros gastamos los ahorros que teníamos y bueno ahorita está muy dura la situación, estamos sobreviviendo por aquí, pero claro que tengo ganas de regresar a mi país. El migrante es migrante donde esté y esto me ha enseñado mucho, uno en otro país no es nadie, cualquiera te quiere decir cosas malas, te quiere maltratar, te quiere correr y puede hacerlo, porque muchas veces uno tiene que quedarse callado porque está en un país ajeno.

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