La víctima fue hallada decapitada en un terreno del sector Luz de Dios, parroquia Francisco Eugenio Bustamante de la ciudad de Maracaibo. La persona, aún sin identificar, era un hombre moreno, delgado y con una cicatriz en un brazo
En la mañana de este domingo fue encontrado el cuerpo de un hombre decapitado en un terreno abandonado del barrio Las Trinitarias, sector Luz de Dios de la parroquia Francisco Eugenio Bustamante de la ciudad de Maracaibo.
Se trata de un hombre moreno, delgado y una cicatriz en un brazo. El cadáver, aún sin identificar, llevaba un jean roto y una franela negra.
Las personas que hicieron el hallazgo informaron a las autoridades. Funcionarios iniciaron las investigaciones y en las primeras experticias no se logró encontrar el miembro faltante.
Sin cabeza, boca abajo y con las manos arriba hallaron el cuerpo de un hombre en una casa abandonada del barrio Luz de Dios. Su homicida calculó el corte, uno solo, y lo decapitó. Abandonó el cuerpo en la cocina de la vivienda y huyó con la cabeza.
El charco de sangre se extendía hasta la puerta principal de la casa a medio construir. Un solo patrón de salpicadura se veía, tres gotas de sangre terminaban el rastro en la entrada.
La víctima vestía un jean roto y una franelilla negra. Al moreno, de contextura delgada, lo abandonaron sin documentos en la residencia. Algunos vecinos irrumpieron ayer, a las 6.00 de la mañana, en la propiedad, siguieron los rastros de sangre y se toparon con el cadáver rígido.
En un par de horas la Policía y la comunidad de la parroquia Francisco Eugenio Bustamante abarrotaban la entrada. Todos se preguntaban de quién podía tratarse. Algunos se asomaban por la ventana para detallar la herida que dejaba ver el conducto respiratorio. Todos querían observar, los niños murmuraban la cantidad del sangre esparcida en el suelo. Nadie sintió repulsión.
En el terreno se encontraron carros devalijados. «Ese no tendrá tres días», comentó un vecino al señalar un Faylan 500, blanco, placa 01AD2FV del cual solo quedaba intacta la tapicería. A los pocos metros de la pared que derribaron para invadir la casa, abandonaron un vehículo recostado de medio lado a una mata e intentaron desaparecer otro en una fosa. De ambos solo quedaba la carrocería.
¿Y la cabeza?
La Policía científica al llegar, junto a colaboradores de la comunidad, iniciaron un búsqueda del resto del cuerpo en la zona. Nadie la encontró.
Los funcionarios, recolectaron evidencias y tomaron fotografías. Levantaron el cadáver, al sacarlo, más de uno exclamó: «Ese es ‘Manito’.¡Dios mío! El evangélico», que al parecer lleva por nombre Elisaúl, quien reside cerca y trabaja en un supermercado de la Circunvalación 2.
La barriada intentó identificarlo, pero nadie lo afirmó. Un averiguador dijo que al presunto «Juanito» lo vio en la mañana cuando iba al trabajo. Quienes escucharon al vecino descartaron que fuese la víctima.
Una hora después, a dos cuadras del sitio, en una zona enmontada, hallaron la cabeza. Trasladaron el cuerpo hasta la morgue forense para las pruebas dactilares y determinar la identidad. El móvil que manejan es una venganza, por la brutalidad del crimen. Presumen que la víctima y el deshuesadero de carros estén relacionados.
Otros Casos
16/04 La cabeza de José Pacheco, apodado “Luis Boleta”, la encontraron en una trilla de la avenida 82 del barrio Almawin, en Maracaibo. Su cuerpo lo encontraron a tres kilómetros, en el sector Campo Alegre en San Francisco.
27/03 Víctor Hugo Portillo Piña, de 23 años, lo decapitaron y le prendieron fuego dentro de la casa de su abuelo, en el sector Los Barrosos de Mene Grande, municipio Baralt.
Paola Hernández/La Verdad