Las detonaciones que se escucharon, a las 3:00 pm de este sábado, en el barrio La Línea de Petare, municipio Sucre del estado Miranda, llamaron la atención de los vecinos que salieron alarmados ver lo que ocurría.
Pero el suceso no se produjo en la calle sino dentro de la residencia de la familia González.
A esa hora, entre María Agustina de González, de 70 años de edad, y su marido Omar González, de 78, se había iniciado una de las tantas discusiones que protagonizaban frecuentemente.
En esta oportunidad, González, abogado jubilado del Seniat, en medio del intercambio de palabras, sacó a relucir una pistola y Omar, el tercero de sus cuatro hijos, decidió interponerse entre sus padres para evitar que González le disparara a su mamá.
La respuesta del abogado jubilado fue descargar nueve veces la pistola en contra de la mujer con quien llevaba más de 50 años de casado.
A su hijo, que también era abogado, le dio dos tiros y finalmente se quitó la vida de un disparo en la cabeza.
La familia presume que la actitud belicosa del septuagenario se debía a su edad. Constantemente sostenía acaloradas discusiones con su esposa por cuestiones sin importancia.
Al parecer el abogado jubilado se caracterizaba porque siempre estaba de mal humor.
Sin embargo, es necesario observar que una persona que se autoflagela, por lo general, confronta enfermedades como la depresión que, cuando se tratan con un médico, suelen superarse. El suicidio se puede prevenir si se detectan a tiempo los síntomas.