El Ministerio Público determinó que Nazareth Marín (27) sufrió una violencia sexual ejercida por las tres personas que viajaron con ella a playa Los Ángeles (La Guaira) el 19 de marzo pasado.
Marín laboraba en el área administrativa del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamef). Su cadáver fue localizado el jueves 23 de marzo pasado en las inmediaciones del puerto norte de Bolivariana de Puertos (Bolipuertos), La Guaira.
Por ese hecho están imputados cinco personas entre ellos dos funcionarios del Cicpc, según expediente abierto en el Circuito Judicial Penal La Guaira. Pero el pasado 26 de mayo, la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia ordenó sacar dicho expediente de La Guaira y trasladarlo a Caracas para que sea conocido por otro juzgado, según sentencia 193 redactada por la magistrada Elsa Gómez Moreno.
Esa decisión de la Sala Penal fue tomada a raíz de un planteamiento realizado por el Ministerio Público, representado en esa ocasión por los fiscales José Luis Frangelis Rivas Barboza y Pedro Luis Rojas Caraballo.
En el documento donde plantean la radicación del proceso penal abierto contra los cinco imputados, los fiscales del Ministerio Público explicaron las circunstancias en que se produjo la muerte de Nazareth Marín. Allí se señala que Nazareth fue a playa Los Ángeles (La Guaira) por invitación del detective del Cicpc Keisler Josué Pérez. Se trasladaron en un Toyota Corolla propiedad de Derwin Jesús Ruíz Mujica, donde también iba Miller Andreína Ochoa.
Al llegar a la playa se encuentran con Kenny Robert Díaz Evies, Johan Copete, su esposa y dos hijos. “Empiezan a compartir juntos, ingiriendo bebidas alcohólicas pero además consumiendo también sustancias estupefacientes de las denominadas tusy”, refiere Fiscalía.
Aproximadamente a las 8:30 de la noche de ese domingo 19 de marzo, Nazareth desapareció, situación que fue reportada por Miller Andreína a sus otros compañeros, “a los fines de establecer su coartada ante los visitantes que aún se encontraban en la playa”, según la investigación de Fiscalía.
La coartada consistía en “hacer ver a los presentes que aún se encontraban en el lugar que Nazareth había desaparecido y que ellos desconocían su paradero. Sabían exactamente lo que estaba ocurriendo”, concluye el Ministerio Público.
La investigación señala que luego de la desaparición de Nazareth, sus amigos se burlaron de ese hecho diciendo a viva voz “que se había ido con otro”. Luego de ello, Miller, Keisler, Derwin y Kenny se marcharon a las 10 p.m. de la playa para la tasca El Charro Azul, ubicada en Catia, donde estuvieron hasta las 4 a.m. del lunes 20 de marzo, relató la Fiscalía.
“Decidieron continuar celebrando la desaparición y muerte de Nazareth así como la violencia sexual que de forma colectiva habían practicado en contra de su víctima”, indica el Ministerio Público.
Al día siguiente del hecho, la mamá de Nazareth llamó a su celular y le contestó el detective Keisler. Ella le pidió que la llevara a la playa donde desapareció su hija y este accede “continuando con su coartada, a los fines de mostrarse colaborador ante la madre de la víctima”, interpreta la Fiscalía.
En cuanto al papel jugado por el jefe de la División de Homicidios del Cicpc-La Guaira, Alexander Ventura, el Ministerio Público aclaró que ese funcionario tenía “pleno conocimiento de los autores”, de la muerte violenta y del abuso sexual sufrido por Nazaret “optando por hacer uso de su cargo para ocultar diligencias y experticias que involucran a los ciudadanos Derwin Ruíz y Kenny Díaz”. Estos dos están imputados por femicidio agravado y violencia sexual.
con información de Últimas Noticias