El vil asesinato del estudiante de la Universidad Metropolitana, Juan Pablo Pernalete Llovera (20), ha estado en las últimas horas inmerso en la polémica por el arma que le habría causado la muerte mientras manifestaba pacíficamente en Altamira. La mañana de este miércoles la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, indicó que concluyeron que la causa de muerte fue el impacto de una bomba lacrimógena, descartando así la hipótesis del chavismo, la cual indicaba a un arma de perno como responsable del crimen.
De acuerdo a la fuente judicial a la que tuvo acceso el diario Últimas Noticias destacó que el hoy occiso presentó un tatuaje (herida) en la tetilla izquierda similar al que deja “una pistola de perno cautiva”. El muchacho recibió el impacto a quemarropa. “Un golpe seco que no dejó una gran herida porque el arma usada no tiene bala; el perno salió y retornó”, acotó el informante.
Ortega Díaz informó en rueda de prensa que Juan Pablo Pernalete fue asesinado por el impacto de una bomba lacrimógena. “Sabemos de dónde salió, del grupo que salió, aún no hemos individualizado a la persona, pero fue disparado por la Guardia Nacional”, sumó.
La pistola de perno cautivo es el método preferido de eutanasia para ganado bovino sacrificado en rastros o mataderos. “El modo de acción de la pistola de perno cautivo es que produce concusión y trauma”, indicó un criminólogo que pidió no ser identificado. Además manifestó que para su uso se requiere que sea sostenida firmemente sobre la superficie que se desea impactar.
EL proyectil se coloca el extremo del cañón al área donde se desea impactar y se dispara. Se utiliza para ello cartuchos de pólvora o aire comprimido, incluso los más modernos se disparan por contacto. “El punzón golpea la zona, sin perforar, y vuelve a su punto de origen”, acotó la fuente.
EC