Crónica de los sucesos en la Cota 905

El viernes 9 de julio a las 02:00 pm un despliegue de organismos de seguridad ya había tomado gran parte de la Cota 905, a pesar de que para el momento no se escuchaban disparos como los estruendosos de los días anteriores, todavía había temor y zozobra entre los ciudadanos que residen en esta zona popular y en las residencias de El Paraíso.

Martha, residente de la Cota 905, a pesar de la llovizna tenue que caía esa tarde, se mantuvo en la plaza Madariaga de El Paraíso.  En uno de los banquitos de la plaza estaba sentada junto a su esposo Miguel.

En su mano agarraba el asa de una bolsa, que contenía harina pan y arroz, al igual que su esposo que llevaba una bolsa de pan, que ya estaba humedecida.  Martha se manifestaba preocupada por sus dos hijos menores, una niña y un varón de 13 años. Se encontraban en la casa de una vecina mientras ella y su pareja salían a comprar comida.

Foto capture video Lysaura Fuentes

Trató de llamar varias veces a la vecina, pero no logró contactarse, tal vez era la señal que estaba fallando.  Se mantuvo dos horas esperando en aquella plaza hasta que ella y su esposo decidieron subir a pie arriesgándose.

Otros estuvieron como Martha esperando frente a un supermercado de El Paraíso para subir a la Cota 905. Un joven de aproximadamente 20 años y el que parecía era su hermano de casi 12 años caminaban por las calles cercanas a la plaza Madariaga.

El joven de camiseta, que debía ser blanca, pero que estaba manchada de marrón como si estuviera sucia, pantalón blue jeans desgastado y en cholas, como si había salido a toda prisa de su casa. Decía que no podía subir a su vivienda y manifestaba que tenía hambre. Veía a las personas con recelo, pensaba que lo estaban siguiendo.

Rastros

 Como un campo de guerra las partes más altas de la Cota 905, desde donde se ve parte de la ciudad y la inmensidad de las montañas verdosas, en las casas quedaron las marcas de la potencia de los proyectiles que fueron disparados en el lugar. Unos orificios pequeños, otros más grandes, unos como especie de boquete, como si se tratara de la guerra de las mil y una noches.

Durante el despliegue de los funcionarios en estas parte altas de la Cota 905 los residentes se resguardaron en sus casas, otros fueron vistos en las puertas de sus viviendas observando la movilización policial.

Muchos pensarían que en esas partes altas de la Cota 905 no viven familias, pero sí se encontraban en el lugar. Algunas viviendas tenían escrito en sus fachadas: “Se vende esta casa”, pero, ¿quién querría comprar una casa en una zona hostil?

Tricolor

Enalgunas calles empinadas y en las guaridas que descubrieron  en los puntos altos, fueron encontrados en el piso bolsos tricolor. En ciertos casos que tenían en su interior balas de calibre .50.

Foto: Lysaura Fuentes

Escuela

 En lo más alto de la Cota 905, en un punto ciego de difícil acceso, se encontraba una escuela, que no tenía un nombre visible. Sus fachadas estaban corroídas, humedecidas por las lluvias, se notaba que había sido abandonada hace un tiempo.  

El piso de la entrada de la escuela tenía charcos de agua y en una esquina uno de los pozos de agua se había ligado con sangre. Los suelos también tenían pedazos de ladrillos, piedras y con polvo blanquecino, por el avanzado estado de deterioro del techo.

Un salón de preescolar con carteles en las paredes y los pupitres pequeños tenía un boquete en la pared y en la parte de un escritorio se encontraban dos cartuchos de calibre .50.

Foto: Cortesía

En un callejón que bordeaba una pared lateral externa de la escuela se divisó en el suelo múltiples cajas blancas de balas. Varias de CAL 7,62 x 39mm.

En la parte trasera de la escuela se encontraba una gruta de palos y piedras pequeñas en el suelo que se cree que había sido colocada recientemente en el lugar, donde también había carpas y colchones putrefactos.

Muertos

Este sábado durante una rueda de prensa sobre el operativo en la Cota 905 informaron que 22 resultaron muertos durante los enfrentamientos, que cuatro funcionarios fallecieron y 28 civiles fueron heridos durante los tiroteos. Cinco civiles fallecieron en medio de los disparos que se registraron en las zonas de El Cementerio, El Paraíso, Quinta Crespo, Cota 905.

Pablo José Díaz Alfonzo se trasladaba en un taxi de copiloto, junto a un familiar, cuando fue alcanzado por un proyectil en el túnel de El Paraíso. Su pariente intentó auxiliarlo, pero no podían salir del lugar debido a los disparos que se desataron el pasado miércoles en horas del mediodía.

Pablo José falleció en el asiento del copiloto del vehículo mientras que los otros ciudadanos se resguardaban de los disparos.

Una mujer, que para el momento no ha sido identificada, también falleció debido a un disparo que recibió cuando se encontraba cerca de un local llamado Las Tres Sirenas de la Av. Nueva Granada. El hermano de un funcionario del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), Giovanni Rafael Bracamonte, fue herido cuando se trasladaba en su vehículo por el túnel de El Paraíso. No podían sacarlo del túnel, por lo que falleció en su vehículo.

Un joven identificado como Maikel Alexander Alvarado Márquez recibió varios disparos en el sector Las Quintas de la Cota 905, también asesinaron a un hombre, que no ha sido identificado aún en la morgue de Bello Monte, que se trasladaba en su moto por las residencias Villa Lorena en la Cota 905.

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