Cae en un balde de agua y se ahoga

Familiares cercanos, se reunieron a las afueras de la morgue forense de la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia, para recibir el cadáver. Con suma tristeza y melancolía, ofrecieron declaraciones sobre el accidente a los medios de comunicación que los rodeaban

La vida de la pequeña Eudimar Sofía Pérez Mejías, de un año, se vio interrumpida al caer en un balde lleno de agua. El infortunio, ocurrió, el pasado jueves a la 1.00 de la tarde, en el barrio Negra Matea, parroquia Francisco Eugenio Bustamante del municipio Maracaibo.

Familiares cercanos, se reunieron a las afueras de la morgue forense de la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia, para recibir el cadáver. Con suma tristeza y melancolía, ofrecieron declaraciones sobre el accidente a los medios de comunicación que los rodeaban.

Jhoeli Mejías y Yosber Pérez, padres de la niña, relataron que jugaba en el patio de la casa con un balde de agua que utilizaban para lampacear el piso. Su abuela quien la acompañaba en el momento, se distanció un poco del sitio donde se encontraba, cuando regresó, la encontró con los pies hacía arriba y la cabeza adentro del balde. Su progenitora aseguró que la infortunada tenía la costumbre de jugar a meter sus sandalias en el agua.

En medio de la angustia y la desesperación la trasladaron hasta el Hospital Materno Infantil Cuatricentenario, pero ya era demasiado tarde. Todo sucedió en un transcurso de 20 minutos. “No sabíamos que hacer, no las pasábamos uno al otro” comentaron los parientes de la occisa.

Jasmín Viloria, su abuela paterna, contó entre lágrimas, que siempre estaba al tanto de su nieta y todo ocurrió de pronto. “Todavía tengo la imagen grabada en mi cabeza”.

Sus padres, todavía esperan recibir los restos, para poder realizar una ceremonia íntima y despedir a su hija.

Eudimar Pérez. 1 año. Residía en el barrio Negra Matea. Era la menor de tres hermanos. Sus familiares la describieron como alegre, inteligentes y dulce.

Al ver los pies de la niña tendidos hacia arriba, sus padres abandonaron las actividades que realizaban y la llevaron hasta el centro médico más cercano, con la esperanza de que pudiera recuperarse.