Agarra a «Jimmy Ratón», el asesino de su hijita

Ledis Atencio atrapó en Jesús Enrique Lossada, con ayuda de su hermana y su familia, al violador y homicida de Leydi Paola (9). Jimmy Eugenio Bracho Ferrer (33) se rapó la cabeza y se rasuró el bigote para despitar a la Policía. Se ocultaba en el barrio Rodeo con una cédula falsa y dos armas de fuego

Las Atencio se aliaron, se desplegaron por Maracaibo y sus municipios aledaños en búsqueda de Jimmy Eugenio Bracho Ferrer (33), alias «Jimmy Ratón», a quien acusan de violar a Leydi Paola Puche Atencio, de nueve años, hasta matarla. Para despistarlas, el sospechoso se rapó la cabellera y el bigote. Su cambio de look no bastó, la madre de la niña lo reconoció y lo siguió hasta su guarida en el municipio Jesús Enrique Lossada.

«No pudimos hacerle nada», se lamentó Mary Atencio, tía de la niña, afuera del Destacamento 114 de la Guardia Nacional de La Concepción. Ella y su hermana, Ledis, estaban solas en el barrio y a kilómetros del resto de la familia. Reconocieron las limitaciones físicas, ambas pasan los 50 años y no podían correr con la misma agilidad de «Jimmy Ratón», y buscaron ayuda.

Ledis Atencio, madre de la niña, se movilizó hasta el comando militar, mientras su hermana custodiaba la guarida desde la esquina de un colegio. «Ni me movía. No quería perderlo ni despertar sospechas».

La ama de casa controló su ira por horas. Se comunicaba por celular con su hermana. «Se paseaba por el barrio como si nada. Lo vi nervioso cuando se acercaba un carro, pero se calmó y yo también».

Elio Estrada Paredes, comandante de la Zona 11 Zulia, detalló, en una nota de prensa, que lo capturaron ayer, a 1.00 de la madrugada, en el sector El Rodeo. «Se encontraba indocumentado y escondido en una casa abandonada».

Exigencias

«Jimmy Ratón» vestía como un militar en días libres, una sudadera verde y un blue jean. Los guardias lo montaron en una camioneta y se lo llevaron. Afuera del destacamento lo esperaban los familiares y los vecinos del barrio 15 de Julio, donde residió Leydis Paola sus últimos cinco años. Tenían un bate de alumino y suplicaban a los uniformados que se los entregaran solo un par minutos.

Al detenido lo esposaron en un poste y llamaron a Ledis y Mary Atencio para la rueda de reconocimiento. «No me contuve. Le pedí al militar me dejara acercarme para detallarlo y lo cacheté», recordó Mary Atencio. Lo reconoció al instante por la cicatriz de su cabeza. «En el barrio lo hirieron hace años por mirar a una niña cuando se bañaba. Su rostro nunca lo olvidaría».

En las inmediaciones del comando militar se concentraron al menos unos 30 allegados, improvisaron pancartas y paralizaban el tráfico cada vez que algún vehículo o funcionario pasaba por la entrada. «Te va a comer el gato, «Ratón», «justicia, justicia», coreaban los manifestantes. Todos coincidían que el detenido no merecía vivir. «Queremos justicia, pero por nuestra propia mano», se leía en las cinco pancartas que escribieron en la capota de uno de los vehículos de los Atencio.

La familia corrió, gritó y protestó hasta las 4.00 de la tarde. Una camioneta blanca con el logo de la Policía científica ingresó al destacamento. Los vidrios ahumados impidieron ver al detenido, pero la familia estaba segura que ahí lo trasladaban hasta su sede en Altos del Sol Amada. Corrieron a sus autos, querían cerciorarse de que no hubiese negociación para liberarlo en el trayecto a los calabozos, pero una pariente pidió cordura: «Gracias, pero ahora cada quien se va para su casa. La madre y el padre de Leydi Paola se harán cargo».

La búsqueda

Los Puche y los Atencio se organizaron desde el 27 de septiembre luego de encontrar el cadáver de la niña a escasas dos cuadras de su casa. Se dividieron en grupos pequeños, cada uno seguía a cada miembro de la familia de «Jimmy Ratón». Sospecharon que se escondía entre Mara y Jesús Enrique Lossada cuando vieron a su padre comprar gasolina cerca de El Marite. Ubicaron la dirección de los familiares de Bracho y los custodiaron. Denunciaron a una comisión de inteligencia que se escondía en el barrio El Rodeo, los oficiales allanaron la casa, pero no encontraron al fugitivo. La madre y la niña no desestimaron la ayuda de la comunidad y pernoctaron en la barriada hasta que lo vieron.

«Jimmy Ratón» se movilizaba con la cédula de uno de sus hermanos y usaba dos ramas de fuego para protegerse, denunciaron los vecinos.

 

Jimmy Bracho. 33. Lo acusan de cuatro violaciones, tres niñas y una joven, de 19 años. El Juzgado Primero de Instancia en función de juicio lo declaró inocente.

 

 

La familia protestó con un bate frente al comando militar. (Fotos: José Nava)

 

Jéssika Palma Ferrer/La Verdad