“A mi hermana la iban siguiendo para matarla”

Los sicarios de Miglenis Coromoto Sulbarán Carrillo, de 31 años, apodada la «Negra», la siguieron en moto desde que salió de un bingo benéfico que realizaban en el barrio Los Mangos

Los sicarios de Miglenis Coromoto Sulbarán Carrillo, de 31 años, apodada la «Negra», la siguieron en moto desde que salió de un bingo benéfico que realizaban en el barrio Los Mangos. La acribillaron dentro de su Century rojo en el barrio La Bendición de Dios vía a Perijá, parroquia Los Cortijos. Su hermana no pudo explicar el hecho de sangre: «la persiguieron para quitarle la vida».

En la calle 205, avenida 50, a las 7.30 de la noche del pasado domingo estaba el carro con Sulbarán asesinada en el interior. Su hermana Mariela Sulbarán contó ayer en la morgue que no conocía que la familiar tuviese enemigos e indicó que se dedicaba al comercio. «Todo lo que pudiera vender ella lo vendía, desde ropa hasta cosas electrónicas». Explicó que desde el pasado mes de mayo se separó de su pareja. «Con él era la única persona con la que supe que discutía, estuvieron juntos por siete años». Los parientes no lo señalaron como responsable por no tener pruebas suficientes, pues no mantenían comunicación constante con Miglenis.

La víctima salió del bingo a buscar a sus dos hijas en casa de su madre para luego irse a la suya, en el sector El Caujaro, pero en el trayecto, cuando frenó en un reductor de velocidad la sorprendieron y le dispararon más de seis veces desde una motocicleta marca Haojin, roja. Los dos sicarios tras verla bañada en sangre huyeron.

Trascendió que la ultimada era la menor de cuatro hermanos y a su esposo lo mató Polisur en un operativo hace cinco años.

Oficiales de la división de patrullaje de Polisur resguardaron la escena a esperas de la Policía científica. Estos recabaron la evidencia del hecho de sangre, levantaron el cuerpo y lo trasladaron hasta la morgue de Maracaibo donde le realizaron la necropsia de ley. Los detectives manejan el móvil del crimen como una venganza, desde el anuncio del homicidio comenzaron a indagar en el círculo social de la comerciante para ubicar al posible responsable de su muerte.

 

José Antonio González/La Verdad