La fiscal María Patricia Mendoza detalló que Adolfredo Matos amenazó a sus víctimas colombianas con agredirlas como a sus alumnas zulianas. El Ministerio Público venezolano aún no ha solicitado extradición
Adolfredo Matos González tuvo su primer encuentro con la justicia colombiana y a pesar de negar los cargos en su contra, perdió la batalla. A Naike Yanina Reverol, jueza encargada del caso, solo le tomó una hora y media decidir si existían pruebas suficientes para ordenar su detención preventiva. Desde ahora estará en la Cárcel de Riohacha hasta que inicie el juicio en su contra por el cargo de pornografía infantil.
A las 3.30 de la tarde de ayer inició la audiencia. María Patricia Mendoza Coronado, fiscal de la causa, contó a la magistrada como Matos llegó en septiembre de 2014 a Papayal, en el departamento Guajira. «En esa población conoció a la niña en un salón de belleza y de inmediato le propuso tomarle fotos a ella y a una amiga, porque dijo que tenía una academia de modelaje».
Mendoza agregó que las pequeñas se dejaron fotografiar y hacer videos en vestidos «para hacer el amor», a sus partes íntimas, besándose y bailando. Según la investigación, las niñas se negaron a tomarse más fotos. Eso provocó que Matos, quien era conocido en la zona como “Alfredito el venezolano”, las amenazara.
La abogada indicó que el acusado sacó los recortes de periódicos venezolanos donde lo acusaban de violar a seis niñas. “Las amenazó con montar las fotos y videos a las redes sociales, lo cual efectivamente sucedió». Cuando sus amigos vieron las imágenes informaron a los padres de las niñas y estos denunciaron. La investigación terminó con su captura en el barrio Las Tunas de Riohacha.
La juez dio su decisión a las 5.00 de la tarde, a pesar de que el acusado no aceptó los cargos y que su abogado Límbano Segundo Díaz Pimienta argumentara que la captura era ilegal, por violar los lapsos establecidos para presentarlo. Ahora Matos deberá esperar la fecha para su próxima audiencia en los tribunales.
Alejandro Calderón Celis, comandante de la Policía, informó que aún no se puede hablar de deportación hasta que Venezuela haga la solicitud oficialmente.
Esquizofrénico y peligroso
El «Monstruo del modelaje» sufre de esquizofrenia y era conocido en el barrio Las Marías, parroquia Francisco Eugenio Bustamante, como un muchacho con crisis esporádicas. Por eso sus vecinos lo mantenían a distancia. Una vez, cuando tenía cerca de 20 años, se cortó las venas.
Creó la academia de modelaje Latin Model International y Look Model Fashion para entrar al negocio de la pornografía infantil. Junto a su concubina, de 16 años y su madre, Fanny Omaira González, reclutó a sus víctimas, todas entre nueve y 15 años, las desnudó frente a las cámaras para fotografiarlas. Algunas de las víctimas denunciaron que las obligó a tener sexo oral y anal con desconocidos. Las primeras denuncias en su contra las recibió la Policía científica el 21 de abril de 2014.
La Verdad