6 fallecidos en enfrentamiento armado por control de mina en Bolívar

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Un conflicto territorial explotó al sur del país. El enfrentamiento armado que empezó el miércoles a las 4:00 pm, causó la muerte de seis personas en un pueblo minero del estado Bolívar el 22 de agosto.

Dos de ellos fueron Misael Julio Ramírez, de 45 años de edad, y su hijo Milson Dorangel Rondón Reina, de 18 años. El primero es el líder de la tribu Jivi, que habita la comunidad La Felicidad del municipio Sucre. Ambos pertenecen a la etnia Kariña.

Una fuente policial, de forma extraoficial, un grupo armado, conocido como el “Sindicato de El Silencio” se alió con la tribu indígena Samena para apoderarse de la mina de El Silencio y desplazar definitivamente a la tribu Jivi.

El miércoles a las 4:00 pm, Misael y su hijo Milson acudieron a una reunión con ambas agrupaciones. Al parecer fueron emboscados y asesinados.

Más tarde, los integrantes de la tribu Jivi tomaron venganza en contra de los supuestos homicidas de sus líderes. Por eso se genera un enfrentamiento armado en el que mueren cuatro personas más, parte del grupo que atacó a Misael y Milson.

Después del tiroteo, los cuerpos de los cuatro contrincantes fueron decapitados. No han sido identificados aún los fallecidos.

Información del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) indica que el cuerpo de Milson Dorangel no ha sido localizado. El Cicpc llegó a las 10:00 am del jueves 23 de agosto a la comunidad Jivi donde ocurrieron los hechos.

La Asociación Kapé Kapé, que vela por la reinvindicación de los pueblos originarios, denunció la ausencia del Estado en el municipio Sucre. Aseguraron que en el lugar hay miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupo guerrillero de Colombia. Agregaron que ellos también se disputan el dominio de las minas .

Este año se registró también el homicidio de otros cinco indígenas en medio de un conflicto similar. El 5 de junio se conoció del hecho ocurrido en San Luis de Morichal, ubicada en el municipio Sifontes del estado Bolívar.   reseña Efecto Cocuyo