Más cerca de un tratamiento contra el Alzheimer: un anticoagulante parece frenar su avance en ratones.
Durante los últimos años las investigaciones para intentar encontrar una cura contra el Alzheimer, una enfermedad, junto con otras demencias, que afecta a alrededor de 46 millones de personas en el mundo, se han ido intensificando y gracias a ello, poco a poco, parece que nos vamos acercando a encontrar una vía para ayudar a estas personas.
Si hace unos meses algunas investigaciones parecían señalar que bloquear la enzima conocida como Caspase-6 podría funcionar – las evidencias de momento solo se han hecho en animales -, ahora nuevas investigaciones encuentran que el uso de un anticoagulante podría servir como tratamiento contra la enfermedad.
Esta investigación, llevada a cabo por científicos españoles del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), también está realizada en animales – concretamente en ratones -, y aunque todavía queda mucho que investigar con humanos, supone un buen primer paso.
Para realizar este estudio, los investigadores contaron con 25 ratones. La mitad de estos animales tenían dos mutaciones genéticas introducidas en sus genes: una mutación identificada en Suecia en dos familias con pérdidas de memoria y otra identificada en Indiana en una familia con síntomas de Alzheimer. Algunos de estos ratones comían pienso mezclado con el anticoagulante Dabigratán mientras que otros no.
Los investigadores enseñaron a los ratones a huir de una luz mediante a un orificio en una caja. Sin embargo, los animales con la mutación genética y sin tratamiento fueron olvidando a lo largo de los meses la forma de escapar de la luz, mientras que aquellos que habían recibido el tratamiento no olvidaban por dónde huir.
Además de eso, encontraron que, al consumir este medicamento, los cerebros de los ratones presentaban menor inflamación y una reducción de los depósitos de pepto amiloide.
Aunque los resultados son prometedores, es importante recordar que, por el momento, es una investigación preliminar realizada únicamente en ratones. Será necesario primero investigar en otros animales, obtener permisos para investigar con humanos y, si se obtiene, confirmar en estos que, efectivamente, el tratamiento pueda ser útil.
En cualquier caso, se trata de un camino prometedor el ir abriendo frentes y posibles tratamientos que nos acerquen, algún día, a un tratamiento definitivo o a alguna manera de retrasar la enfermedad. reseña vitonica