SAV destaca el papel de la actividad física en la prevención del cáncer

La actividad física emerge como un pilar fundamental en la promoción de la salud integral y la prevención de diversas enfermedades, incluido el cáncer. Su integración con hábitos de vida saludables, como una alimentación equilibrada y un descanso adecuado, potencia sus efectos protectores.

En el Día Mundial de la Actividad Física, conmemorado cada 6 de abril, la Sociedad Anticancerosa de Venezuela resalta la importancia de incorporar el ejercicio regular en la rutina diaria como estrategia para lograr el bienestar integral.

Beneficios de la actividad física en la prevención del cáncer:

El ejercicio regular contribuye significativamente a la reducción del riesgo de desarrollar diversos tipos de cáncer, incluyendo el de mama, cuello uterino, colon, recto, esófago, riñón, pulmón, hígado, páncreas y ovario. Este efecto protector se atribuye a múltiples mecanismos:

  • Control del peso: La actividad física ayuda a mantener un peso saludable, disminuyendo el riesgo asociado al sobrepeso y la obesidad.
  • Reducción del estrés: El ejercicio modula la respuesta al estrés, factor implicado en el desarrollo de algunas neoplasias.
  • Liberación de endorfinas: La actividad física estimula la liberación de endorfinas, neurotransmisores que promueven el bienestar y modulan la respuesta inmune.
  • Mejora de la circulación: El ejercicio favorece la circulación sanguínea, lo que contribuye a la reparación del ADN dañado.
  • Fortalecimiento del sistema inmunológico: La actividad física potencia la función del sistema inmunológico, facilitando la identificación y eliminación de células cancerígenas.
  • Disminución de la degradación crónica: El ejercicio reduce la inflamación crónica, proceso asociado al desarrollo de diversas formas de cáncer.

Recomendaciones para la práctica de actividad física:

  • Es imperativo realizar una evaluación médica previa, preferiblemente con un cardiólogo, para determinar la reserva funcional y realizar pruebas de esfuerzo según los factores de riesgo individuales.
  • Un entrenador cualificado debe diseñar un plan de ejercicio personalizado, adaptado a las necesidades y capacidades de cada persona.
  • Se recomienda combinar ejercicios aeróbicos (caminar, correr, nadar, bailar, andar en bicicleta) con ejercicios anaeróbicos (levantamiento de pesas, flexiones, sentadillas) y estiramientos.
  • Tanto el ejercicio moderado como el intenso ofrecen beneficios en la prevención del cáncer.
  • Se aconseja acumular un mínimo de 150 minutos y un máximo de 300 minutos de actividad física semanal.

Actividad física en pacientes oncológicos:

La actividad física también ofrece beneficios a pacientes diagnosticados con cáncer, mejorando su calidad de vida y tolerancia a los tratamientos. No obstante, es crucial aclarar que el ejercicio no cura el cáncer.

  • Se recomienda adaptar el tipo e intensidad del ejercicio a las condiciones individuales del paciente, bajo supervisión médica.
  • Caminatas suaves y ejercicios progresivos pueden ser incorporados de forma controlada.

 

La evidencia científica respalda el papel fundamental de la actividad física en la prevención y el manejo del cáncer. La adopción de un estilo de vida activo, en conjunto con hábitos saludables, representa una estrategia eficaz para reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.

Para obtener información de interés sobre prevención y tratamiento de enfermedades oncológicas se puede visitar la página web de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV): www.sociedadanticancerosa.org/ o seguirlos en las cuentas de Instagram como @sociedadanticancerosavzla, X (antes Twitter) como @SAnticancerosa y en Facebook como Sociedad Anticancerosa de Venezuela-SAV.