Ingerir bebidas muy calientes “probablemente” cause cáncer, según la OMS

Una revisión de más de mil estudios concluye que no hay evidencia de que el café ni el mate sean carcinógenos ingeridos a una temperatura normal

Las bebidas muy calientes «probablemente» causan cáncer de esófago, según la Agencia Internacional para la investigación del Cáncer (IARC, en inglés), que forma parte de la agencia sanitaria de Naciones Unidas, OMS.

«Estos resultados sugieren que ingerir bebidas muy calientes puede ser una causa de cáncer de esófago y es la temperatura, más que la bebida en sí, la que parece ser la responsable», ha dicho Christopher Wild, director  del IARC, a la agencia AFP. La OMS ha revisado más de mil estudios científicos sobre la posibilidad de que el café y el mate provoquen cáncer. Ambas sustancias han sido clasificadas como «posiblemente carcinógenas para los humanos» desde 1991, cuando se realizó la última evaluación.

Ahora, la agencia asegura que no hay evidencia de que el café y el mate de por sí provoquen cáncer, según un informe al que ha tenido acceso Reuters. Sin embargo, dice que ingerir estas y otras bebidas a temperatura de 65 grados centígrados (150 grados Fahrenheit) puede provocar cáncer de esófago.

“Estudios en China, Irán, Turquía y Sudamérica, donde tradicionalmente se bebe té y mate muy caliente (a unos 70 grados) han mostrado que el riesgo de cáncer de esófago aumenta en función de la temperatura de la bebida”, ha dicho el IARC.

El IARC publica informes monográficos sobre distintas sustancias. En el último, que provocó una gran polémica, consideró «carcinógena para humanos» a la carne roja procesada. Según la clasificación de sustancias de la organización, hay 118 agentes carcinógenos para los humanos, 79 que probablemente lo son, 290 que posiblemente lo son, 501 que no son clasificables como carcinógenos y 1 que ya se ha determinado que «probablemente» no lo es, la caprolactama, una molécula clave en la síntesis del nylon.

Alarma injustificada

Ildefonso Hernández, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria, se ha mostrado escéptico con el mensaje de la OMS y el efecto que puede causar en la población. Sobre el anuncio en sí opina que «en un país como España la gente no debería prestar mucha atención pues no se consumen especialmente bebidas muy calientes». «En América Latina, en cambio, donde se bebe mucho mate caliente, sí se debería atender a este problema», comenta.

Hernández critica la forma general de actuar del IARC. «El problema es que es difícil relacionar cada conducta concreta con un problema de salud, por ejemplo un tipo de tumor, en ocasiones sin ponerlos en contexto, sin indicar cuánto riesgo adicional conllevan y sin decir si el problema afecta solo a unos países o regiones concretas», razona.

El mandato del IARC, una agencia de la OMS, es precisamente producir monográficos sobre sustancias determinadas, lo que a veces puede ser conctraproducente. «Al final la gente acaba con una información masiva sobre muchas conductas y productos que pueden aumentar el riesgo de cáncer y que crean cierta alarma injustificada. Al final su reacción es la despreocupación, el descrédito por las autoridades sanitarias», alerta Hernández.

En su opinión, el IARC no debería dirigir sus mensajes a los ciudadanos directamente, pues en muchos casos no pueden hacer nada para evitar sufrir los riesgos de determinadas sustancias, por ejemplo la contaminación atmosférica o productos químuicos en el lugar e trabajo. «Deberíamos entre todos cambiar la forma de trabajar de esta agencia y que hagan recomendaciones de políticas para los Gobiernos, no para los ciudadanos, y que estas sean específicas para cada país en función de la incidencia de los diferentes tipos de cáncer en sus territorios».

 

El País