El estrés en un mal que cada día afecta a más personas; va mermando nuestra calidad de vida y provoca que seamos más propensos a padecer diferentes enfermedades. Sin embargo, aunque todos sufrimos en mayor o menor medida de estrés, cada quien lo puede manifestar de diferente manera… algunos ejemplos:
Física: Te podrás dar cuenta por los síntomas: fuertes palpitaciones, sudoración en exceso, mareos o temblores, fatiga crónica, dolores de cabeza regulares, contracturas, etc. Cognitiva: Se da a nivel emocional como una sensación de miedo permanente (no ocasionado por algún trauma); sensación de perder el control, preocupaciones extremas, sensación de indefensión, pensamientos recurrentes y repetitivos, dificultad para concentrarse y enfocarse en un mismo tema, además de estar muy irritable todo el tiempo, estallar por cualquier cosa insignificante, y sentir que todo está mal y no tiene remedio. Motora: Ligado a evitar lugares o personas, estar todo el día haciendo alguna actividad.
En este sentido, hay personas que experimentan más de un síntoma de los que mencionamos.
Pero… ¡No te preocupes!; Más bien ocúpate en hacerlo consciente y mejora tu calidad de vida a través de estas técnicas:
- Relajación muscular progresiva
Esta técnica consiste en cerrar los ojos, acostarse e ir relajando cada parte del cuerpo. Para esta técnica se recomienda que el espacio tenga poca luz. Ponte ropa cómoda, ya que lo recomendado es poder estar acostado cómodamente. A través de la respiración, irás relajando cada parte de tu cuerpo. (Duración del ejercicio de 15 a 20 min)
- Respiración consciente
Para la aplicación de esta técnica se recomienda estar sentado con las piernas cruzadas y la espalda recta. Comienza escuchando tu respiración; concéntrate y disfrútala. Si te distraes, no te preocupes … ¡vuelve a empezar!
- Ejercicio
El ejercicio siempre libera la tensión acumulada, ayuda a que la respiración sea más profunda, siendo más constante. Haz una caminata o ejercicio moderado de estiramientos de músculos o si lo prefieres una rutina de yoga, pilates, o cualquier ejercicio que ayude a mejorar la musculatura … Sube y baja escaleras cada vez que puedas y ve a lugares cercanos caminando o en bicicleta. Recuerda incluir la respiración profunda en tu rutina de ejercicios…
- Calmar los sentidos a través de la música
Se recomienda un CD de música relajante, música de sonidos de la naturaleza o los llamados New Age. No es para que te duermas, sino para que con esta técnica la tensión se vaya desvaneciendo.
- Aceites esenciales
Actúan sobre el sistema nervioso central, reduciendo la ansiedad. Los puedes usar directamente sobre la piel, en la almohada, en el baño de tina o en difusor. Las esencias que recomendamos para este caso son, manzanilla, lavanda, naranja, mandarina, sándalo, o combinarlas (no más de 2).
- Meditación
Esta antigua técnica se basa en “dejar pasar” los pensamientos. Si no estás muy familiarizado con esta técnica, lo más recomendable es una meditación guiada para llegar más fácilmente a ese estado de paz y tranquilidad. Puedes utilizar un incienso o un poco de aceite esencial para llegar a una meditación más profunda.
- Masajes
Hazte masajes en los pies, manos y orejas, ya que los chinos y muchas otras culturas aseguran que si lo haces, es como si estuvieras masajeando los órganos de tu cuerpo. Se dice que cada órgano tiene un punto en el pie, manos y oídos. Así que un poco de aceite y ¡adelante!.
- Promover la creatividad
Muchas de las personas que tenemos estrés necesitamos conectarnos con nuestra parte creativa o disfrutar de un hobby; hacer algo que nos encante y que no tenga nada que ver con las actividades del día a día. Nosotros recomendamos dibujar mandalas que son formas geométricas que actúan en el cerebro enfocándonos a la intención que se trabaje… por ejemplo, trabajar el perdón, sentimientos de culpa… Este trabajo es excelente y cada vez más gente se interesa él.
- Técnicas Alternativas
Canta y baila tus canciones favoritas. Habla con tus mejores amigos, ve películas con final feliz…
- Fomentar el aprendizaje
Una de las razones por las que sufrimos estrés es porque no creemos que somos capaces de salir adelante y nos da miedo lo desconocido. Sin embargo, si nosotros trabajamos ese miedo y descubrimos el potencial que tenemos, nos quitamos el miedo y confiamos en que todo llevará un orden divino.
Fuente: De10