Este hábito puede ayudarnos a mejorar la atención, la concentración y alcanzar el criterio de éxito de una tarea. Pero también puede ayudarnos en otros procesos cognitivos y psicológicos.
Hablar solo no es de locos, si no todo lo contrario. El auto diálogo interno en voz alta puede ser tremendamente útil cuando estamos llevando a cabo una tarea o queremos recordar algo importante.
Es cierto que las personas que hablan con ellas mismas tienden a esconderlo, ya que puede ser estigmatizante y quizás un blanco de miradas. Pero los estudios nos dicen que puede ser muy beneficioso para nuestra salud mental.
Es usual que este discurso privado se vea sobre todo en los niños más pequeños. Cuando somos pequeños, no cesamos de aprender cosas nuevas. Este aprendizaje a veces nos obliga a darnos autoinstrucciones para poder así consolidar de mejor manera la información.
También si tenemos que llevar a cabo una tarea que acabamos de aprender, en la que no somos expertos, es muy común que nos dejemos guiar por nuestro propio discurso privado.
En 1969 el psicólogo Meichembaum diseñó una técnica cognitiva denominada «Entrenamiento en autoinstrucciones». Su objetivo es modificar el diálogo interno de la persona para facilitar el afrontamiento de una determinada tarea, situación o acontecimiento.
En general, se utiliza cuando lo que el individuo se dice a sí mismo es interferente o inapropiado para la ejecución de una tarea específica, o para manejarse adecuadamente con una situación.
Se puede utilizar con todo tipo de población, desde niños a adultos. La clave es aprender a hablar solo, ya sea en voz alta o de manera encubierta para conseguir un afrontamiento óptimo de una tarea.
El procedimiento consta de diferentes fases. En cada una de ellas, la persona ha de verbalizar una autoinstrucción que le lleve a manejar mejor ese paso en particular.
- Definición del problema: «¿Qué tengo que hacer? He de conocer que tengo que hacer exactamente».
- Aproximación al problema: «¿De cuantos elementos dispongo para realizar esta tarea? He de tenerlos todos en cuenta cuando comience a trabajar».
- Focalización de la atención: «Tengo que prestar atención únicamente a lo que estoy haciendo en estos momentos y procurar no distraerme con ninguna otra cosa».
- Auto-refuerzo: «Tengo que felicitarme por las cosas que voy haciendo bien».
- Verbalizaciones para hacer frente a los errores: «Si comento un error puedo intentar corregirlo, y si no lo consigo, la próxima vez que lo intente, procuraré que me salga mejor».
- Autoevaluación: «Tengo que fijarme en cómo voy haciendo las cosas».
- Autorefuerzo: «Tengo que felicitarme cuando he realizado bien el trabajo»
El entrenamiento en autoinstrucciones se ha visto eficaz para múltiples trastornos psicológicos como puede ser el TDAH en el que al paciente le cuesta focalizar y mantener la atención en un objetivo. Pero también se puede beneficiar la población general, ya que aumenta la concentración y por tanto, la eficacia.
Otros procesos que mejora el hablar solo
Como hemos visto, hablar solo puede ayudarnos a mejorar la atención, la concentración y alcanzar el criterio de éxito de una tarea. Pero también puede ayudarnos en otros procesos cognitivos y psicológicos, como pueden ser:
Memoria
Se ha visto que estudiar en voz alta una lección ayuda a retenerla mejor en la memoria. Esto se produce porque el hecho de oírnos a nosotros mismos en voz alta hace que ese contenido se quede grabado de forma auditiva.
Cuando tengamos que recuperar esa información, es probable que oigamos a nuestra voz interna verbalizarla como si de una cinta de audio se tratara. Por lo tanto, hablar solo en voz alta sobre un tema, podría ser beneficioso para estudiantes o personas que se están preparando una ponencia o una charla ante una audiencia.
Toma de decisiones
Hablar solo puede ayudarnos en la toma de decisiones de un problema complejo. El hecho de poner nuestros pensamientos en palabras, con voz alta, nos permite tomar perspectiva de ellos.
Cuando verbalizo todas las opciones que tengo sobre una circunstancia, puedo ordenar mejor la información, desechar los pensamientos que interfieren con la toma de decisiones y llegar de forma más clara a una solución.
Autorrefuerzo
Diseñar frases positivas para uno mismo y verbalizarlas también puede ser útil para nuestra salud psicológica. Es muy importante que cuando conseguimos hacer algo que nos habíamos planteado, nos auto reforcemos a nosotros mismos.
Esto mejora nuestra autoestima y nos alienta a seguir marcándonos retos. Por ejemplo, si he estado tiempo preparando una oposición, y al fin apruebo y opto a una plaza, es muy beneficioso permitirse, por ejemplo, decir: ¡Lo has hecho muy bien, te lo mereces!
Hablar solo mejora las habilidades sociales
Hablar solo nos ayuda a entrenar nuestras habilidades sociales. Estas habilidades son importantes porque nos permiten relacionarnos de forma saludable con nuestro entorno.
Por lo tanto, hablar solo delante de un espejo practicando el tono de voz, lo que vamos a decir, qué frase vamos a elegir, etc., supone un buen ensayo en asertividad que nos permite ganar tablas antes de exponernos a una situaciones interpersonal real.
Trastorno obsesivo compulsivo puro
En el trastorno obsesivo compulsivo puro, es decir, aquel que no cuenta con compulsiones de carácter mental ni motor, se ha visto que hablar solo reporta muchos beneficios.
El hecho de verbalizar las obsesiones varias veces al día, hace que el paciente se habitúe a su pensamiento y que la ansiedad descienda. En este sentido, hablar solo con uno mismo no solo no es algo de «locos», sino que se convierte en una valiosa herramienta terapéutica.
Ya tienes algunas razones para permitirte hablar solo de vez en cuando, sin juzgarte y sin temor al juicio. El autodiscurso privado es beneficioso a nivel psicológico y practicarlo puede ayudarnos tanto en procesos de tipo cognitivo del día a día, como si padecemos algún tipo de desorden psicológico. reseña mejorconsalud