Estas pueden ser las razones por las que se te hinchan las rodillas

La rodilla es la articulación más grande del cuerpo (y una de las más complejas), lo que significa que también es una de las más propensas a tener problemas.

Esto puede incluir una serie de enfermedades que van desde afecciones crónicas hasta lesiones agudas que causan hinchazón en la zona. Médicamente conocido como edema, puede hacer que los movimientos cotidianos como caminar o ponerse en cuclillas sean difíciles o incluso dolorosos.

¿Sabes que es una zona muy delicada? Son responsables del peso del cuerpo. Sufren la actividad cotidiana y los deportes que decidamos practicar. Uno de los que menos daño les hace es la natación. Además, el yoga ayuda a fortalecer tanto músculos como tendones, protegiendo los huesos de las rodillas.

Pero para deshincharlos, debes averiguar qué está pasando en tus rodillas para que puedas buscar el mejor tratamiento. En ‘Prevention’, los médicos explican algunos de los culpables comunes detrás de este problema.

Lesión o infección

Ya sea que hayas sufrido una caída durante el entrenamiento o que te hayas dado un golpe con la mesa, la hinchazón es una reacción normal a las lesiones. De hecho, «son la razón más común en pacientes más jóvenes y saludables», asegura James Gladstone, jefe de medicina deportiva en el Sistema de Salud Mount Sinai. Estas hinchazones son una respuesta inflamatoria. Inmediatamente después del choque, el flujo sanguíneo aumenta en la zona liberando fluidos, proteínas y glóbulos blancos para que se cure.

Quizás es la causa más grave en la articulación. Ve al médico porque cuando una infección entra en la rodilla, «esta se hincha, se pone roja y se calienta rápidamente», dice Gladstone. Si no se trata, puede afectar todo el cuerpo, causando fiebre y temblores corporales. Aunque una herida mal limpiada puede ser la causa, otras infecciones (en las vías urinarias o en las espiratorias) pueden atravesar el torrente sanguíneo y llegar hasta ahí. Ten cuidado.

Artritis

La artritis es particularmente común en la rodilla. Se desarrolla con el tiempo (a menudo a medida que envejecemos) y generalmente hace que la zona se hinche, se ponga rígida y se vuelva dolorosas o difícil de mover.

Según la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos, estas ‘bisagras naturales’ se ven afectadas con mayor frecuencia por dos formas de esta enfermedad: osteoartritis y artritis reumatoide. En la primera (la forma más común), el cartílago, que protege los extremos de los huesos, se desgasta con el tiempo. Mientras tanto, en la segunda, el sistema inmunitario ataca la articulación y daña los tejidos conectivos y los huesos.

Gota

Técnicamente, la gota ocurre cuando tienes altos niveles de ácido úrico (que se encuentra de forma natural en el cuerpo) y se acumulan cristales de urato en la articulación, lo que provoca dolor intenso, hinchazón y enrojecimiento. Aunque esta enfermedad suele aparecer en la base del dedo gordo, puede afectar a todo el cuerpo, incluidas las rodillas, las muñecas y los dedos.

Según Dan Paull, director de una empresa ortopédica, «la gota a menudo aparece en las extremidades porque estas articulaciones tienden a tener una temperatura más fría, un ambiente más aceptable para la formación de cristales». Las personas con antecedentes de la afección tienen más probabilidades de padecerlo en esta zona. Según la Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU, los hombres, las personas con sobrepeso y aquellos con antecedentes familiares son quienes más posibilidad tienen de sufrirla.

También es posible que sea pseudogota o enfermedad por depósito de cristales de pirofosfato de calcio. Consiste en el depósito intra o extraarticular de estas formaciones. Las manifestaciones son variadas y pueden ser mínimas o incluir ataques intermitentes de artritis aguda o artropatía degenerativa.

Quiste de Baker

También conocidos como bultos poplíteos o sinoviales, son quistes llenos de líquido que se desarrollan en la parte posterior de la rodilla. «Son bastante comunes y no hay nada de qué alarmarse», asegura el experto.

«En lo profundo de la articulación de la rodilla, hay una cápsula de tejido delgado entre los huesos. Cuando existe algún tipo de daño, la hinchazón dentro de la articulación de la rodilla causa presión y empuja líquido hacia esa zona, creando esencialmente lo que parece una bola inflamada en la parte posterior. No suele ser demasiado doloroso y en algunos casos, desaparecen por sí solos, pero a menudo reaparecen si no se trata la causa subyacente. reseña el confidencial