Su alto contenido en fibra favorece la salud intestinal, cardiovascular y metabólica
por INFOBAE
Esta fruta pequeña procedente de China ya se consumía hace siglos con fines medicinales y nutritivos, un ejemplo de los beneficios que aporta. Su alto contenido en vitamina C, en fibra y muchas otras sustancias muy positivas para el cuerpo la convierten en una gran aliada para cuidar la salud intestinal, cardíaca y de la piel.
Hablamos del kiwi, una fruta con amplias propiedades nutricionales y que, debido a que cuenta con pocas calorías, es ideal para incluir en casi cualquier tipo de dieta (siempre evitando el consumo excesivo y atendiendo a ciertas contracepciones).
Beneficios del kiwi
Uno de los puntos fuertes de este alimento es su alto contenido en vitamina C, más incluso que una naranja. Esto ayuda a reforzar el sistema inmunológico y a absorber mejor el hierro. Además, al ser rico en fibra, mejora el tránsito intestinal, ayudando a combatir el estreñimiento de forma natural y promoviendo una flora saludable. Es importante, sin embargo, no comerlo en exceso por su efecto laxante.
También contiene potasio, por lo que es bueno para el corazón porque ayuda a controlar la presión arterial. Sus antioxidantes (vitamina C, E y polifenoles) combaten el estrés oxidativo y mejoran la salud vascular.

El kiwi es una fruta que favorece la cicatrización y la salud de la piel gracias a que estimula la producción de colágeno, que es esencial para la piel, los tendones y los vasos sanguíneos. Todos estos beneficios convierten a este alimento en una buenísima opción para incluirlo en las dietas, potenciando la salud nutritiva.
¿Con piel o sin piel?
María de los Ángeles García García, más conocida en internet como Boticaria García, es una farmacéutica, nutricionista y divulgadora científica que en sus redes sociales comparte contenidos sobre nutrición y buenos hábitos alimenticios. En uno de sus últimos vídeos, la experta ha explicado cuáles son las propiedades del kiwi y si es mejor pelarlo antes de consumirlo o tomarlo directamente con la piel.
Su respuesta es clara: si se come esta fruta con la piel, sus beneficios se multiplican. “Un kiwi con piel aporta en torno a un 50 % más de fibra, un 32 % más de folatos y un 34 % más de vitamina E que uno pelado”, explica Boticaria García. Por este motivo, además de incluirlo en las comidas, no quitarle la piel puede ayudar a cuidar nuestra salud digestiva, inmunológica y cardiovascular.
Además, la nutricionista explica que “comer un kiwi con cáscara tiene tres veces más actividad antioxidante que comer la pulpa sola”. De esta manera, se previene el envejecimiento prematuro de la piel, ocasionado por la contaminación, el estrés, el tabaco, la exposición al sol o las dietas poco saludables. Estas propiedades antioxidantes también protegen la vista y fortalecen el sistema inmune, así como reducen el riesgo de enfermedades crónicas.
Sin embargo, pese a los beneficios que puede tener comer el kiwi con la piel, a muchas personas les da cierto repelús por esa capa de pelusilla que recubre la fruta. Por ello, Boticaria García explica que, después de lavarlo (un paso fundamental), se pueden frotar “con un cepillo de verduras suave o con un paño limpio”. De esta manera, desaparecerán los pelos de la piel del kiwi y podrá comerse sin problemas.