El estrés crónico genera efectos muy negativos en el cuerpo; pero entre todos ellos, el más resaltante es que genera la muerte prematura de las células neuronales.
Investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología Daegu Gyeongbuk en Corea del Sur, utilizaron ratones para examinar el mecanismo específico por el que esto ocurre. Básicamente, miraron qué ocurría en el hipocampo mientras vivían estrés crónico.
Su artículo publicado en Taylor & Francis Online revela las conclusiones que obtuvieron a partir de la observación de los ratones. Por supuesto, se dieron cuenta qué ocurría con las neuronas durante este estado fisiológico. Sorprendentemente, descubrieron que los efectos eran más graves que solo la muerte celular.
Los terribles efectos
Los científicos describieron dos efectos del estrés en las neuronas. Por un lado, se daba la autofagia; es decir, el autoconsumo o autoeliminación de las células. Por el otro, hablamos de la inhibición de la neurogénesis, o nacimiento de las células.
Durante la observación, hallaron la presencia de un gen llamado «SGK3». Este era desencadenado por el estrés crónico y fue relacionado con los dos fenómenos ya relacionados: la autofagia y la inhibición de la neurogénesis. Los ratones sufrieron este doble golpe a raíz de la presencia de este gen.
También se descubrió que las funciones cerebrales mantenían su estado normal cuando se eliminaba un gen en particular. Este era uno de los que desencadenaba la autofagia, el ATG7.
Sabiendo esto, los investigadores señalan que este es un gran paso en la investigación en enfermedades neurodegenerativas. Por ejemplo, podría haber un tratamiento efectivo contra la demencia en un futuro. No solo eso, sino cualquier otra enfermedad provocada por estrés. En caso de desarrollar un inhibidor de SGK3, se podría llevar una mejor salud cerebral en los pacientes.
Fuente: Fayerwayer