El cuerpo y la mente están irrevocablemente conectados. Mientras mejor nos sintamos físicamente, mejor funcionará nuestra mente, y cuanto más nutramos nuestro cerebro, mejor funcionará el cuerpo.
No se trata de llevar una dieta “especial para cerebros”, una alimentación sana y sostenible ya es en sí beneficiosa para que todas las funciones del cuerpo se interrelacionen de manera adecuada, sin embargo, sí que hay algunos alimentos que le ayudan a funcionar mejor.
¿Qué come el cerebro?
El cerebro es un músculo que necesita energía, concretamente consume más del 20% del total de todo nuestro organismo, por eso hay que nutrirlo como se merece, con alimentos ricos en grasas, proteínas naturales, y vitaminas esenciales. Uno de ellos es el chocolate (eso sí, sin aditivos ni azúcares y con al menos un 70% de cacao).
El cacao
Este producto contiene una gran cantidad de flavonoides que, según confirman algunos estudios, reducen el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
También contiene teoromina y cafeína, grandes estimuladores de las endorfinas que tan útiles resultan a nuestro organismo para reducir el estrés y aliviar dolores.
La avena
Otra gran aliado para la mente es la avena. Este producto es rico en vitamina B1 que actúa como reductora del nerviosismo y combate la fatiga intelectual.
Frutos secos
Los frutos secos como las nueces o las almendras, cargados de vitaminas como la vitamina E, que mejoran el rendimiento intelectual. Este elemento ayuda a disminuir la presión sanguínea y mejora la circulación del sistema nervioso, con lo que incide directamente en la protección del cerebro y en la mejora de las capacidades cognitivas.
Huevo
El huevo es una proteína natural que ayuda a una correcta neurotransmisión de las señales y por tanto puede prevenir la degeneración de esta red.
¿Cómo cuidar el cerebro?
Te presentamos cinco claves para cuidar el cerebro y la mente, que tengan un correcto funcionamiento:
Muévete: Un mínimo de 30 minutos de ejercicio diarios ayudan al cerebro a producir las hormonas necesarias para aliviar el estrés y la ansiedad.
Consume energía: La fibra, las proteínas y las grasas saludables aumentarán el nivel de energía general y mejorarán las funciones cerebrales.
Descansa: Un sueño reparador de al menos siete horas cada noche ayuda a la regeneración neuronal. También lo hacen las pequeñas siestas de 15-20 minutos, si puedes.
Cambia de actividad: Una pausa cuando estamos trabajando permite al cerebro despejarse y organizar mejor los pensamientos. Luego serás más rápido y eficiente.
Desconecta: La meditación puede ser una estupenda aliada de nuestro cerebro, no hace falta entrar en trance, ni ser un experto, el simple hecho de cerrar los ojos, sentarte cómodamente y concentrarte en tu respiración unos minutos te relaja y produce grandes beneficios a tu cerebro.