En el tratamiento de patologías malignas, el endocrino es un especialista de apoyo al médico oncólogo para la curación integral y exitosa del paciente.
Personas con enfermedades metabólicas como la diabetes o que sufren enfermedades en las glándulas tiroidea o suprarrenales deben mantener un control periódico, mínimo anual, con un especialista endocrino, a fin de prevenir cualquier patología cancerosa. Pero, este chequeo ha de ser más frecuente y necesario si han sido diagnosticados con cáncer y se encuentran en su fase de tratamiento con el oncólogo.
La médico endocrinóloga de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), doctora Ana Montilla, explicó que “quienes ya han sido diagnosticados con una enfermedad maligna y van a ser tratados quirúrgicamente, deben ser chequeados por el endocrinólogo, para autorizar la cirugía desde el punto de vista metabólico. En el caso de los pacientes diabéticos, si tienen que ir al quirófano se trata de que vayan en el mejor estado metabólico posible, que estén bien compensados en las cifras de glicemia, para que evolucionen favorablemente en el postoperatorio y, en ese sentido, se apoya al oncólogo”.
Puntualizó que cuando los niveles de glicemia o azúcar en sangre no están controlados, los factores inflamatorios se elevan más, “por ende, el pronóstico es más reservado cuando una persona con diabetes está descompensada”.
En el período de tratamiento contra el cáncer, los pacientes también pueden ver su glicemia afectada por los mismos síntomas que ocasiona la radioterapia o la quimioterapia como son: inapetencia, diarrea y vómitos. Enfatizó la especialista que la atención del endocrinólogo es vital en el proceso que atraviesa el enfermo.
Señaló que cuando se trata de un paciente oncológico, que además sufre de disfunciones tiroideas –ya sea hipertiroidismo o hipotiroidismo– igualmente requiere una evaluación previa, y que esté estable su condición de base, antes de su intervención quirúrgica. Indicó que el seguimiento médico conjunto oncólogo-endocrinólogo es similar para quienes padecen de cáncer diferenciado de tiroides (de crecimiento lento).
La especialista aclaró que este padecimiento maligno en la tiroides es frecuente en quienes han padecido cáncer de mama, o que han recibido radioterapia en cabeza y cuello por otro tipo de cáncer, “a este tipo de pacientes hay que hacerle seguimiento de la función tiroidea, porque pueden padecer de hipotiroidismo o hipertiroidismo, o de tumoraciones que hay que estudiar”.
Prevenir el cáncer
Montilla explicó que los motivos de consulta más frecuente en la especialidad de Endocrinología es la diabetes mellitus (afección en la que el páncreas produce insulina en pocas cantidades, es de mala calidad o no produce ninguna) y esta patología debe ser vigilada y controlada porque “es un factor de riesgo del cáncer de páncreas, de riñón, de colon y recto y, en la mujer de cáncer de mama, por lo que la pesquisa es fundamental para detectar temprano cualquiera de estas enfermedades malignas”.
Aseguró que la obesidad es otra condición de riesgo para desarrollar tumores malignos en los senos, útero, tiroides, próstata, vesícula, colon y recto, y los de cabeza y cuello en general, “por lo que la prevención y el control metabólico periódico es muy importante en estos pacientes”.
Indicó que el chequeo anual de diabéticos, obesos y con patologías que afectan el metabolismo, también incluye estudios como, por ejemplo: el examen ginecológico o prostático anual, la mamografía, el ecosonograma tiroideo y el examen físico (palpamiento) -en el caso de pacientes con disfunciones tiroideas- que serían parte de la consulta preventiva.
Para obtener información de interés sobre prevención y tratamiento de las enfermedades oncológicas se puede visitar la página de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), https://www.sociedadanticancerosa.org/, y en las cuentas de Instagram @sociedadanticancerosavzla, Twitter @SAnticancerosa y Facebook Sociedad Anticancerosa de Venezuela-SAV