Este domingo 28 de noviembre el director de LaIguana.TV, Miguel Ángel Pérez Pirela, abordó con Oscar Schémel en su programa “Análisis situacional” distintos aspectos de las elecciones regionales del pasado 21 de noviembre en Venezuela.
Para iniciar la conversación, Pérez Pirela valoró que el clima que imperó en el pasado evento lectoral, pues “a pesar de bloqueos, de sanciones, de acoso internacional, el pueblo venezolano sigue votando”. Ya entrando en materia, añadió que “la parte más extremista de las oposiciones están entendiendo que son un mal negocio los caminos cortos para llegar al poder, los intentos de golpe de Estado, los intentos de invasión, los bloqueos de cuentas y asistieron, aunque a regañadientes”.
¿Quiénes ganaron y quiénes perdieron en las pasadas elecciones?
Acerca de un balance de los resultados, Pérez Pirela afirmó que “fue aplastante la victoria del chavismo, ahora bien, viendo el número de alcaldías que ganaron los opositores, ellos tuvieron un crecimiento”.
En este punto ambos se detuvieron a examinar a quienes correspondían esos triunfos y por qué: “Emergen fuerzas opositoras importantes en los segundos lugares (…) En Falcón, Miranda y Caracas, se observan, al interior de la oposición, sus propias confrontaciones internas. Lo que lleva a esta a un divisionismo, pues las elecciones dejaron a un lado la lógica de Guaidó, Guanipa, López, Vecchio, etc. El gran perdedor fue la MUD y sus adláteres”.
“¿Crees que el triunfo de Morel Rodríguez en Nueva Esparta, de Galíndez en Cojedes, de Rosales en el Zulia, que son políticos veteranos, revela la incapacidad de la oposición para renovarse?”, interrogó Schémel.
En este orden de ideas, Pérez Pirela dijo: “Hace parte de un fenómeno que se podría llamar ‘latifundismo electoral’. Son liderazgos que siguen viviendo de los votos que tienen en una base en su estado, que ganan por personalismo, algo que la oposición siempre le ha criticado en el chavismo”.
Además, llamó la atención sobre la pérdida del candidato del chavismo en los estados señalados, ya que las anteriores elecciones regionales y municipales no puede decirse que fueron normales, estas sí, por lo que “hay que llamar a la reflexión y hacer autocrítica acerca de la elección de los cuadros políticos del PSUV”, añadió que las primarias son un paso importante en esa dirección.
Acerca del escenario político venezolano multipartidista dijo: “Se está acabando una especie de dictadura dentro de las oposiciones en Venezuela, encabezada por el G4, unos cogollos a imagen y semejanza de la Cuarta República (…). Muchos liderazgos alternativos, como el alcalde de Chacao de Fuerza Vecinal, están institucionalizando y fundando un nuevo estilo de hacer política por parte de la oposición”.
Por otra parte, sobre los liderazgos emergentes de la oposición acotó que estas son propuestas que han superado las imposiciones del G4, en cuanto a solo centrar su discurso en la salida de Maduro del poder: “Ya no es la metodología de voceros de la oposición que no han sido votados por nadie, que durante las guarimbas encerraron a sus vecinos en sus urbanizaciones (…)”. Enfatizó que “el chavismo no podía hacer nada allí, solo la oposición podía hacer algo”.
Sobre los casos de Juan Guaidó, Leopoldo López, Tomás Guanipa, señaló que “si vamos a una lógica empresarial, deberían presentar su renuncia, pero insisten en su prepotencia”, debido al fracaso de sus intentos por sacar a Maduro del poder por vías no lectorales.
Como alternativa para los opositores, Pérez Pirela citó un estudio de Hinterlaces que recoge: “Un 60% de las personas no creen en un revocatorio”, lo anterior ante el cansancio de los ciudadanos de las aventuras golpistas de los opositores.
“¿Crees que una oposición con grandes heridas podrá en dos años unirse para derrotar a Maduro?”, preguntó Schémel. “Para llegar a la unión, que está muy lejana, tiene que construir unas identidades propias, más allá del ‘Chávez vete ya’”, insistió en que la clave es la unión, «pero la oposición no lo ha logrado entender».
Abstención y despolitización: ¿dos caras de la misma moneda?
Analizando las cifras de participación en las pasadas megaelecciones, Pérez Pirela recordó que “en países adversos a Venezuela donde también hubo elecciones, como en Chile, la participación no superó el 50 %. (…) Fue una participación normal para este tipo de eventos. Más que la preocupación por la abstención, creo que el tema más importante es el de la despolitización”.
Ante lo cual, creyó necesario hacer un recuento histórico de cuál era el panorama a finales de los años noventa: “Uno de los grandes logros de Hugo Chávez fue la politización de los venezolanos, quienes al final de los años noventa no creían en la democracia. La diferencia entre abstención y despolitización es que la primera es un fenómeno coyuntural, mientras que la segunda en un fenómeno estructural. Por ello, volver a ver a Chávez ayuda a comprender este proceso”.
Señaló que la narrativa, la épica propuesta por Chávez estaba sustentada una democracia participativa y protagónica, no solo para los chavistas, sino para todos los ciudadanos, que se dejó notar en un crecimiento del Registro Electoral del CNE: “Los últimos eventos electorales nos están diciendo que está mermando la participación, que hay un proceso de despolitización, que podría describir lo que decía Alexis de Tocqueville a finales siglo XIX en su libro La democracia en América: la gente se va encerrando en sus petits plaisirs vulgaires (pequeños y vulgares placeres) y le va dejando la política a los políticos. No sé qué te dicen las encuestas, pero la gente lo que quiere es que la dejen tranquila y que la dejen trabajar. Un pensamiento muy parecido al de finales de los noventa”.
Sobre este punto, Schémel añadió que, en efecto, el fin de la polarización implica no el final, pero sí un aplacamiento de la confrontación. Con Chávez la idea de inclusión ya está arraigada y llegó para quedarse: ahora la gente quiere gestión, que se resuelvan sus problemas.
Pérez Pirela dijo que “debe haber una reconfiguración interna a los partidos políticos (…) pues ¿acaso los partidos políticos se han convertido neta y exclusivamente en plataforma electoral, y en muchos casos, electorera? Sí. Es decir, han dejado en muchos casos su vocación ideológica, programática, de identidad política”.
Schémel indicó que en el caso de la oposición este escenario es bastante grave y que apenas en las recientes elecciones en cuando se ha visto un ligero cambios en partidos y liderazgos emergentes que se quieren distanciar del G4.
Como respuesta, Pérez Pirela fue incisivo al afirmar que el chavismo, en medio de su triunfo debe analizar el hecho de que los siete millones de votos con los que Nicolás Maduro ganó en las elecciones presidenciales han venido mermando. “Ahí está faltando también gente, ¿dónde está esa gente que falta? Entonces comienza a nacer un sector despolitizado que llega a un topos (lugar), que es un no-lugar, y esta parte del venezolano despolitizado y decepcionado hay que ir a rescatarlo, porque de lo contrario, la oposición llegará primero”.
A este respecto llamó la atención sobre los problemas de los servicios y cómo en el interior del país, la situación en muy grave, y que inclusive hay sectores donde la gente vive “como en la prehistoria”, ante la falta de servicios básicos. Por lo que hay un proceso de distanciamiento de la política ya no son solo los grandes temas los que tienen relevancia en le discursos políticos, sino la biopolítica, es decir, la necesidad de propuestas que lleven resolver los problemas cotidianos de la gente, apuntó Schémel.
Complementando esta perspectiva, Pérez Pirela dijo: “Michel Foucault, el gran pensador francés, ya en el siglo XX habla de micropoder. En esta época no vas a encontrar a una persona torturada en la plaza pública como en el medioevo, encarcelar no es la única manera de ejercer violencia a un ciudadano. Ahora hay muchas formas de microbiopoder que se van a ejercer sobre el ciudadano para tenerlo controlado a partir de sus carencias o necesidad biológicas. Cuando decimos que unas personas no tienen acceso al agua, la luz, el gas, ¿qué propuesta política se le puede hacer? Entonces se debe hacer una propuesta política desde lo más precario. No se pueden resolver con ideología estas necesidades básicas”.
A partir de estas duras realidades, Schémel pregunta: “¿Cuáles son las tareas del chavismo, que ganó las elecciones, pero ha perdido votos? ¿Cuál debe ser su agenda partir de ahora?”.
“Debe ser resolver los problemas básicos. La ideología no puede suplir las necesidades básicas, porque entonces se hará odiosa para la gente (…) Primero, la agenda del chavismo tiene que estar fundamentada en la solución fáctica, real e inmediata de los problemas básicos del pueblo venezolano; segundo, debe estar fundamentada en un modelo económico que pueda garantizar la redistribución social, que es una de las banderas socialismo, conjugado con una apertura económica inteligente, tolerante, con capacidades de gestión y de estrategias; y por último, debe estar todo centrado en la educación, hay problemas muy grandes en las escuelas, los liceos y las universidades, desde antes de la pandemia. Un país sin educación no va a ninguna parte”.
Sobre la comunicación política eficaz
Para cerrar la conversación, Schémel planteó el problema persistente del chavismo para comunicar sus logros, “¿de qué serviría cumplir con la agenda si no se comunica adecuadamente?”.
En opinión de Pérez Pirela: “No podemos seguir en el mundo de las consignas, eso no da respuestas y además es cansón. Debemos plantearnos una comunicación política que vaya más allá de vernos el ombligo y, desgraciadamente, el Sistema Nacional de Medios Públicos solo se habla a sí mismo y a un sector de la militancia. El chavismo debe tener como vocación hablarles a todos los venezolanos”.
Agregó que de todos estos elementos dependen el triunfo y el futuro del chavismo. Como punto a favor, rescató la acertada difusión de eventos como el triunfo de los atletas en las Olimpíadas y otras justas deportivas, así como el reciente récord Guinness por parte del Sistema de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles de Venezuela, pues se ha ido recuperando la identidad nacionalista: “Hay algo muy positivo y es que se ha recatado la identidad y el autoestima de los venezolanos”.
Por último, acerca de la nueva etapa de LaIguana.TV dijo que el portal cuenta con una nueva sede y una nueva plataforma de transmisión 2.0, que permite acceder a sus contenidos en tiempo real, de una manera fresca, juvenil, independiente y autónoma, comprensible para todo público y, sobre todo, respaldada por la verdad.