Quiero comenzar mi artículo de esta semana ratificando nuestra solidaridad con los migrantes venezolanos. Desde Unidad Visión Venezuela nos preocupa profundamente la creciente ola de xenofobia que están experimentando nuestros compatriotas en diversos países, particularmente en los Estados Unidos.
En el contexto actual, es importante reconocer que el gobierno estadounidense, como cualquier otro, tiene la responsabilidad de gestionar sus fronteras y establecer políticas migratorias que respondan a sus necesidades nacionales; sin embargo, el reciente endurecimiento de estas políticas, aunque responde a múltiples factores (preocupaciones sobre seguridad fronteriza, capacidad de los sistemas de asilo para procesar el creciente número de solicitudes, impacto en los mercados laborales locales y la presión sobre servicios públicos en comunidades fronterizas), deberían implementarse a través de medidas que respeten el debido proceso.
Las medidas de deportación masiva y los acuerdos intergubernamentales para controlar los flujos migratorios, aunque fundamentados en la aplicación de leyes existentes, deben implementarse con respeto a la dignidad humana y considerando las circunstancias particulares que han generado la migración venezolana.
Es importante que, en medio de este debate sobre políticas migratorias, no perdamos de vista que detrás de cada estadística hay historias humanas, ya que la mayoría de nuestros compatriotas han emigrado debido a una crisis sin precedentes, buscando no solo mejores oportunidades sino también condiciones básicas de vida que se han vuelto inaccesibles en su país de origen.
La travesía de un migrante venezolano dista mucho de ser fácil, contrario a lo que algunas personas podrían pensar, ya que en tiempos donde el tema migratorio se ha vuelto altamente politizado, y donde los medios de comunicación tienden a destacar los casos problemáticos, es necesario presentar un panorama más completo y equilibrado.
La realidad es que la inmensa mayoría de los venezolanos en el extranjero están demostrando una extraordinaria capacidad de trabajo, adaptación y resiliencia. Los venezolanos nos caracterizamos por nuestra determinación y espíritu emprendedor, cualidades que se han hecho evidentes en los diversos países donde hemos sido acogidos. En términos económicos, el impacto positivo de la migración venezolana es innegable, ya que nuestros compatriotas han contribuido significativamente a las economías de sus países de acogida, estableciendo nuevos negocios y empresas que generan fuentes de empleo y dinamizan las economías locales.
Es importante destacar que tres de cada diez venezolanos que han emigrado son profesionales altamente calificados, y en Estados Unidos, la mitad de los latinos que se gradúan en universidades son de origen venezolano. Esta «fuga de cerebros» ha significado la transferencia de valioso capital humano a otros países, enriqueciendo sus sociedades con talento, conocimiento y experiencia.
En el ámbito cultural, la migración venezolana ha aportado una riqueza invaluable debido a nuestra facilidad para compartir costumbres, tradiciones y gastronomía, lo cual ha promovido un intercambio cultural positivo en todo el mundo. La arepa, el pabellón criollo y otros platos típicos venezolanos se han popularizado en numerosas ciudades, enriqueciendo la oferta culinaria de países como Colombia, España, Estados Unidos, Argentina y Chile a través de restaurantes y emprendimientos gastronómicos que son hoy día puntos de encuentro multicultural.
Son numerosos los ejemplos de venezolanos que han destacado en el extranjero en diversas áreas. En el campo científico, la Dra. Flor Pujol ha liderado investigaciones cruciales en virología desde España; en el ámbito empresarial, Lorenzo Mendoza ha expandido Empresas Polar internacionalmente; en el deporte, figuras como Josef Martínez en el fútbol estadounidense; en las artes, el director Gustavo Dudamel ha llevado la música venezolana a las más prestigiosas orquestas del mundo; y en tecnología, emprendedores como Susana Cappello han desarrollado innovaciones que transforman industrias enteras.
En el sector salud, el aporte venezolano ha sido particularmente significativo. Numerosos médicos venezolanos se encuentran integrados en los sistemas sanitarios de sus países de acogida, desempeñando roles fundamentales. Durante la pandemia de COVID-19, estos profesionales fueron piezas clave para enfrentar la crisis sanitaria en muchas naciones, demostrando su excelente formación y compromiso con el bienestar humano.
Sin lugar a dudas, debemos expresar nuestro más profundo agradecimiento a todos los hermanos y países extranjeros que han abierto sus puertas y brindado apoyo a nuestros compatriotas, incluyendo a nuestros propios familiares. Nuestra gratitud será eterna; sin embargo, quiero recordarles a todos los venezolanos en el exterior que aquí siempre serán bienvenidos.
Esperamos que todas las fuerzas políticas hagan su máximo esfuerzo, para lograr la recuperación de la economía del país, que permitan que la situación económica mejore y así se comiencen a abrir oportunidades para que más temprano que tarde este proceso migratorio se convierta en parte del pasado.
En lo particular, nosotros seguiremos trabajando incansablemente y abogando por la búsqueda de soluciones políticas y económicas que permitan crear las mejores condiciones para el retorno de todo aquel venezolano que anhela regresar a nuestra patria.
Omar A. Ávila H.
Diputado a la Asamblea Nacional