Maduro intenta recuperar la relación con China en el marco del acercamiento al BRICS. Paralelamente negocia acuerdos puntuales con EEUU. Hay que tener claro que esa ayuda no va a ser gratuita y tampoco traerá un influjo de recursos suficientes para paliar la grave situación de nuestra balanza de pagos. Eso se traducirá para el venezolano de a pie en una continuada bonificación del ingreso de los trabajadores y por lo tanto en una profundización de la miseria.
De igual manera debemos tomar en cuenta que no contar con el apoyo de la mayoría de los venezolanos, no significa que no sea la primera minoría, porque a pesar de no ser el más popular sigue teniendo una base sólida que cuenta con capacidad de movilización apelando al sueño revolucionario.
Con 4 millones de venezolanos fuera del país que no podrían votar, 30% histórico que se abstiene y la oposición con algo de votos dividida en al menos 3 toletes (Alianza Democrática, Plataforma Unitaria e Independientes); sin un liderazgo sólido que no solo unifique a toda la oposición tradicional, sino que genere confianza, lo que significa que sin diálogo, entendimiento y sobre todo desprendimiento es muy difícil que podamos derrotar a quienes detentan el poder actualmente.
En fin, el apoyo del electorado es solo parte de una ecuación donde la postura del otro y suma de factores también importa.
Maduro no tiene pueblo, pero si cuenta con apoyo militar, geopolítico, entendimiento empresarial que mal que bien le ayudan a paliar la situación.
Y es que indudablemente después de 25 años en el poder el chavismo tiene una merma importante de apoyos de la cual son responsables por diversas razones, incluyendo la ceguera al no ver la realidad, no escuchar a sus propias bases, sumado al mal manejo del país lo ha llevado a que se quede solo.
Lo que nadie puede negar es que Nicolás no tiene las capacidades que se requieren en este momento de tanta dificultad para el país. Pero, eso no exime resolver los problemas acuciantes como la salud, educación, luz, agua, y un largo etcétera de dificultades que nos hacen tener una precaria calidad de vida.
Con el bajo rendimiento que ha mostrado la administración de Maduro, me sigo preguntando si el PSUV no tiene otras personas que puedan asumir el reto de liderar el país y proponer soluciones a los problemas antes mencionados. Le queda a uno el sinsabor de pensar que a lo mejor quieren que nos acostumbremos como lo ha hecho buena parte del pueblo cubano durante las últimas seis décadas.