Titulaba mi artículo de opinión de la semana pasada: “Barinas: Mucho más que una gobernación”. Escuchando y viendo el accionar de todo el gobierno nacional, no queda la menor duda que es así. Tal como lo demuestran los resultados del pasado 21N emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en esta región llanera, y ratificado en la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) donde deja claro que el PSUV y sus aliados fueron derrotados contra todo pronóstico en el propio terruño de su “Comandante eterno”. Ellos mismos reconocen su revés en la entidad, cuando los escuchamos afirmar que “van a recuperar Barinas”.
Sin embargo, con la seriedad y responsabilidad que nos caracteriza en Unidad Visión Venezuela, debo decir que por el camino que vamos, las probabilidades de que la familia Chávez -a través de Jorge Arreaza- recupere la gobernación de Barinas son cada vez más altas, ante la negativa por un lado de la MUD de no aceptar el apoyo de todos los partidos, y por otro lado, que estas organizaciones políticas rechazadas por el candidato Sergio Garrido, no le respondan con la altura y la responsabilidad que amerita el caso, dejando a un lado un alegato tan burdo, que como no los permiten apoyarlo con sus respectivas tarjetas, entonces le postulan a otro “candidato”. Lo lógico sería plantearles a sus militantes de manera pública, a que ejerzan su voto de forma consciente, racional, que garantice nuevamente la derrota del candidato oficialista.
Hay que hacer política con “P” mayúscula, con desprendimiento y sin resentimiento. A pesar de las diferencias políticas que puedan existir, hay que tener claro que nuestro adversario está en la acera del frente; pensar primero en nuestra Venezuela, terminar de entender y comprender que las diferencias debemos arreglarlas con argumentos y respeto. No más insultos y descalificaciones, así jamás podremos tener la reconciliación que tanta falta nos hace como Nación.
No se puede seguir haciendo política solo mirándose el ombligo. Es público, notorio y comunicacional -como ha quedado demostrado con lo que ha ido pasando en Barinas- que el voto no solo ha desestabilizado al gobierno, sino que a través del sufragio podemos avanzar. Trabajemos desde ya en la organización, movilización y participación masiva, para que este sea el detonante que materialice el cambio que la mayoría del país clama.
Barinas debe ser el ejemplo de rectificación de una “dirigencia” que el pueblo, a pesar de sus reiterados errores, les dio una lección del deber ser. No me puedo imaginar lo que hubiese ocurrido, si este resultado –que tiene loco al gobierno-, se hubiera dado en todo el país. En resumen, Barinas está mostrando lo peor del régimen, pero también es una oportunidad para mostrar lo mejor de la oposición.
Para finalizar, es importante resaltar -una vez más- el poder que tiene el sufragio, que al gobierno no le quedó otra opción que pasar por encima del CNE, a través de otros Poderes, para repetir las elecciones, inhabilitar y hostigar. Continuar apostando a la inacción, alimentando la desesperanza, tratar de mantenernos divididos, por la simple y sencilla razón del miedo que le tienen al voto. Nos toca a los demócratas persistir en la adversidad, convencer a los abstencionistas de la fuerza real que tiene nuestra mejor arma: el voto.
Omar A. Ávila H.
Diputado a la Asamblea Nacional
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