Luis Fuenmayor Toro: No se autoengañen

ES MUY MALO CUANDO DOS SECTORES POLÍTICOS ENFRENTADOS se creen todas las mentiras que demagógicamente dicen, tanto las que se atribuyen a sí mismos como las dirigidas al contrario, así comienza su artículo Luis Fuenmayor Toro

Pero peor es que sus seguidores se las crean sin poner nada en duda. En el caso venezolano, esta conducta lo que preludia es más y más deterioro de todo tipo y peores condiciones de vida de la gente por muchísimo más tiempo, dado que los actores principales continúan siendo los mismos, cada uno peor que el otro. Ha sido hasta ahora imposible levantar una opción diferente de las dos existentes. Los esfuerzos de Claudio Fermín, Enrique Ochoa Antich, Felipe Mujica y varios otros, entre quienes me encuentro, basados en argumentos históricos, políticos y lógicos muy sólidos, no terminan de ir más allá de unas chispas que no llegan aún a incendiar la pradera.

A Maduro nadie lo quiere, dice la oposición de la Asamblea Nacional y lo corean sus fanáticos y quienes, sin serlo, odian a Maduro y a la claque que lo acompaña. Tengo claro que Maduro no tiene hoy sino una muy pequeña fracción del apoyo que tuvo, pero hablar de cero apoyo es una ridiculez y, si hablamos del chavecismo en general, el respaldo popular es mayor. Por las razones que sea, que no discutiré, Maduro parte, en cualquier elección, con una base de por lo menos 4 millones de votos, sin contar los que puedan ser acarreados el día electoral. Desconocer esta realidad es suicida para quienes enfrenten al gobierno. Así ha sido siempre. Capriles fue derrotado dos veces en comicios con ventajismo oficial, voto asistido ilegal, cierres manipulados de mesas, puntos rojos y carnet de la patria, pero sin el mítico cable submarino que trae de Cuba los resultados y sin el fabuloso software que cambia los votos en el sistema.

La invasión gringa parece muy improbable hoy, pero la decisión de Trump, vista a la luz de sus declaraciones y acciones, no puede ser subestimada pensando que se la puede derrotar con viveza, astucia, engaños y denuncias, ni tampoco en enfrentamientos tradicionales y mucho menos en combates tecnológicos. Creer que Valentín Santana y sus paramilitares de La Piedrita del 23 de enero, muy buenos para traficar y enriquecerse con los productos de las cajas CLAP y para robar y desmantelar los laboratorios al servicio del pueblo del Instituto de Medicina Tropical, van a tener el mismo éxito frente a comandos estadounidenses invasores o a mercenarios entrenados y armados en Colombia, es una estupidez de marca mayor. Jugar con fuego, al aparecer retando en forma irresponsable al ejército más poderoso del mundo, es una puerilidad cuyas consecuencias se sufrirán mucho más allá de los insensatos charlatanes del gobierno.

La oposición de la AN ha logrado movilizar mucha gente, sobre todo en las primeras manifestaciones de enero 2019, que se realizaron en todo el país en forma simultánea. El gobierno no tiene hoy el liderazgo suficiente ni el apoyo para lograr ese tipo de movilizaciones, como si lo tuvo en las luchas cruentas de 2001, 2002 y 2003. Pero sería insensato pensar que esas manifestaciones multitudinarias de la oposición polarizada sustituyen la voluntad popular expresada en el voto, como alguna gente quiere colegir. Las marchas o concentraciones más grandes no alcanzan a ser el 3 por ciento del Registro Electoral Permanente; de ellas no se puede concluir un resultado electoral favorable ni pensar que su estado anímico es el de la población en general. La gente está dispuesta a protestar contra la desidia, corrupción, indolencia e ignorancia del gobierno, pero eso no quiere decir que apoyen a quienes se presentan para sustituirlos. No se equivoquen.

Hasta ahora, la unidad del gobierno se mantiene, a raíz de las amenazas de invasión de Trump, aplaudidas por quienes desde el exterior las venían propugnando y apoyadas, en forma un tanto ambigua y vergonzante, por quienes están el país. La FANB ha reaccionado como cuerpo ante las acusaciones iniciales y la destemplada proposición de perdón de todos los delitos, a aquellos miembros que se separen del régimen, pasen a adversarlo y actúen para deponerlo. Pero, no darse cuenta que esta unidad es presionada en forma intensa y permanente por el caos existente, el empeoramiento de las condiciones de vida de la gente, los peligros que se ciernen sobre la nación, la ingobernabilidad existente y la ausencia absoluta de un proyecto gubernamental alternativo, que saque al país de la crisis, es también el suicidio de una “clase” política y de todo un equipo dirigente, aparte del peligro en que se coloca la existencia de la República.

La tragedia nacional requiere del trabajo y conocimiento de los mejores venezolanos, impulsados por la necesidad de salvar a la patria, y no estoy siendo retórico. Quienes sólo quieren el poder por el poder mismo tienen que ser desplazados de la posibilidad de mantenerlo, en el caso del gobierno, e impedidos en alcanzarlo, en el caso de la oposición de la AN. Es falso que quienes actúan con la misma soberbia, sectarismo, demagogia, engaño e ignorancia de quienes están hoy en el poder, puedan ser la mejor opción para sustituirlos.

@LFuenmayorToro