Entrevistado por la BBC, Tony Blair, ex primer ministro inglés señaló: “El pueblo venezolano tiene el gobierno que se merece”.
Personalmente rechazo tal afirmación porque nuestro pueblo no se merece un gobierno como el que ahora padecemos. En realidad, ningún pueblo se merece un gobierno de incapaces –además de corrupto, violador de derechos humanos, indolente, insensible- como el que en este tiempo usufructúa el poder en Venezuela.
Tras 18 años de disfrutar de los más altos ingresos en la historia patria y controlar la totalidad de las instituciones, el saldo de la gestión del oficialismo es más que negativo.
Habiendo dispuesto de recursos equivalentes a 30 veces el Plan Marshall con el cual se reconstruyó Europa después de la segunda guerra mundial, el panorama del país es desolador. El hambre se hace mayor, la escasez de medicina trepa los índices de morbilidad y mortalidad, el hampa rompe cualquier record y nos coloca a la cabeza de las naciones más inseguras del mundo, el sistema de salud colapsó, el bolívar nada vale, la infraestructura física y de servicios disponible nos ubica en el nivel de los más pobres del África subsahariana; los muchachos se marchan por miles por falta de oportunidades.
El empeño de implantar un modelo político-económico que ha fracasado dondequiera que se ha intentado es la primera causa de la tragedia que ahora padecemos sumado a las escasísimas competencias de quienes han ocupado las más altas responsabilidades del Estado, muchos rotando de una a otra o reciclados cada tanto.
El propio comandante “eterno” la única experiencia de dirección-administración que acumuló antes de ser electo presidente fue la de habilitado del casino militar de Maturín, cuyo volumen de operaciones es seguramente menor que cualquier bodeguita de barrio, si bien ya no quedan muchas funcionando. En cuanto al socialismo del siglo XXI es solo una mala colcha de retazos de citas de almanaque de Marx, Lenin, Mao, Gadafi y hasta de Kim Il Sung aderezadas por los permanentes consejos de Fidel Castro quien hasta su muerte se “chuleó” a Venezuela.
Los burócratas del oficialismo han mostrado suficientemente su incapacidad para gobernar pero si algunos no se habían percatado de ello la torta que han puesto con el retiro de circulación del billete de 100 y la introducción del nuevo cono monetario es la mejor demostración de cuanto lo son. El pasado domingo 11, Maduro anunció que en 72 horas el billete de 100 perdería su valor y por si fuese poco que solo por 10 días más los recibirían para canjearlos en las taquillas del BCV. Horas más tarde, cuando la desesperación por deshacerse de los billetes de a 100 comenzaba a notarse, el Jefe de Estado redujo el plazo para el canje a 5 días.
La multiplicación de conflictos los obligó a retroceder reviviendo a los 100 bolívares por unas dos semanas mientras llegaban los nuevos billetes de 500 que hasta el cansancio anunciaron circularían desde el 15/12 y que seguro no estarán disponibles hasta Enero de 2017.
Más incapaces, imposible.