Luis Eduardo Martínez: Combo gasolinero

El combo gasolinero demuestra que mientras unos lloran, otros se aprovechan para vender pañuelos

Con internet, aunque no sea de los mejores, la cuarentena es menos ruda. Trabajas, estudias, contactas a los tuyos. Son muchas las horas frente a la pantalla, saltando de You Tube a Neflix, intentando llevar el ritmo en los cada vez más grupos de WhatsApp en los cuales algún pana te incorpora para encontrarte una y otra vez con los mismos mensajes buen número de ellos “fake news”, riéndote solo con divertidos memes y ahora con la novísima moda del Tik Tok.

Se multiplican los webinar y los aplicados se encontrarán al final del coronavirus con un montón de certificados electrónicos que engordarán sus currículos.

En mi caso confieso que mi agenda se ha vuelto tan cargada como antes de la declaratoria de alarma y en la semana anteriorestuvo llena de compromisos telemáticos desde la madrugada al anochecer. De lo que más disfruté fue participar como ponente en varias conferencias –una basada en Londres, otra en Houston y Miami y un par en Caracas- que sumaron asistentes virtualesde 15 países. En las cinco fue obligante referirme a “La Nueva Normalidad”: que nada será como antes; que lo que servía ya noservirá; que modificaremos hábitos y conductas; que enfrentaremos multiplicidad de crisis.

En “El gerente en tiempos inesperados” expliqué que a mi parecer hoy y mañana más que nunca el gerente debe ser líder, asemejándolo a un piloto en medio de una terrible tormenta. Quegenere confianza, conozca su oficio, no dude en decidir, comunique correctamente, tome riesgos, centrado en lo relevante, abierto a los cambios y que no por último menos importante sea promotor de sueños y esperanzas. Por cierto a mis muchos amigos y amigas del quehacer político sugiero asuman para su futuro desempeño las recomendaciones anteriores agregándole que pisen tierra –hay que oír crecer la hierba repetía Getulio Vargas-, sean humildes, sensibles, comprometidos y muy transparentes en sus actuaciones.

En los distintos chats coincidieron en preguntar sobre el futuro de la economía y no dudé en afirmar que la recuperación será mucho más rápido de lo inicialmente pronosticado y allí están los mercados del mundo repuntando y sobre cómo enfrentar el postcovid y la respuesta más apropiada por obvia vino de una asistente: “es necesario reinventarnos”.

¿Qué miles de empresas quebrarán? Si no se ajustan a lo que viene, no duden reiteré una y otra vez que así será pero a otros le va a ir muy bien, es más ahora mismo les va muy bien y si no miren, señalé, lo que sucede con Eric Yuan, el fundador de Zoom que en pocas semanas se colocó entre los más ricos del mundo montado sobre una plataforma que antes del COVID19 pocos conocían o a los gigantes del comercio electrónico, Amazon y Wal-Mart que multiplican ganancias.

Ya en el plano presencial, comiéndome unas arepas peladas, con una pareja amiga, escuché el testimonio –por cierto sin dejo de rabia, más bien con resignación- de las horas que pasaron en cola para poner gasolina. Llegaron a las 3 de la tarde del día anterior al que le correspondía para terminar surtiendo a las 11 de la noche del siguiente. “32 horas de cola para llenar el tanque”. Con sus vecinos de fila agotaron chistes y chismes así como las reservas de agua y provisiones que cada uno llevó. “¿Y cómo hicieron, mandaron a buscar más?” curioseé. “No vale, no fue necesario. De madrugada pasaron unos chamitos repartiendo un volante invitando a comprar el Combo Gasolinero”. “¿El qué?” interrumpí. “El combo gasolinero. Empanada con café, arepas con malta, sanduches con jugo de naranja. Buenos precios, podías pagar hasta con chapitas y al poco rato de hacer el pedido, te llegaban en bicicleta con lo que querías. ¡Como vendían!”.

Tengan la seguridad que en mi próximo webinar no mostraré a Bezos ni a Walton de ejemplos por aprovechar la pandemia sino al “Combo Gasolinero” que demuestra bien que mientras unos lloran otros venden pañuelos. Tengo años diciéndolo: no hay problemas sino retos y oportunidades.