A pesar de que los resultados anunciados por los medios de comunicación y las múltiples felicitaciones enviadas por los gobiernos de diversos países del mundo a Joe Biden, Donald Trump insiste en acudir a la Corte Suprema para intentar demostrar que hubo hechos irregulares.
En términos generales, pareciera que estas elecciones han servido no solo para demostrar la fragilidad de las instituciones electorales norteamericanas; sino también, la ratificación del dicho: “al Rey muerto, Rey puesto y por el apuesto”, debido a las posiciones asumidas sin recato por personas que hasta el 2 de noviembre se rasgaban las vestiduras por Donald Trump.
Sinceramente ha resultado sorprendente que “supuestos” aliados de Trump como los representantes de Francia, Canadá, el Reino Unido, Israel, Colombia; entre otros, hayan felicitado públicamente a Joe Biden a sabiendas de la existencia de una presunta batalla legal por la presidencia del país norteño; pero quizás, lo que más estupor ha causado, es el hecho del reconocimiento público hecho por Juan Guaidó y Leopoldo López, al probable nuevo inquilino de la Casa Blanca; entre otras cosas, porque para nadie es un secreto que fue precisamente Donald Trump, quien hizo reconocer a Juan Guaidó a nivel mundial; sin dejar de mencionar, que ha sido el principal apoyo financiero del llamado “gobierno interino”, por lo que muchos consideran como un acto desleal la posición asumida por Guaidó y López, quienes ni siquiera le otorgaron el beneficio de la duda a su mentor y de una buena vez enviaron sendas congratulaciones a Biden.
Por el momento, el camino hacia la reelección del presidente estadounidense, Donald Trump, es cada vez más estrecho y pasa necesariamente por las impugnaciones hechas en estados como Pensilvania, sin cuyos 20 votos en el Colegio Electoral le será imposible lograr un segundo mandato en la Casa Blanca.
Todo parece indicar que la campaña de Trump parece resignarse a que no podrá conseguir una victoria mediante el escrutinio de votos que continúa en varios estados claves, por lo que ahora la campaña confía en que las demandas que ha interpuesto para desafiar el escrutinio, den algún fruto significativo.
Lo que está claro, es que, basándonos en el conteo actual, Trump no podrá ganar si no logra obtener una decisión afirmativa en los entes judiciales.
A pesar que Donald Trump una vez más, volvió a denunciar un fraude electoral supuestamente sin pruebas que sustenten sus acusaciones, también se hicieron evidentes las grandes fisuras existentes entre el mandatario y algunos líderes del Partido Republicano.
Previamente a las elecciones, figuras relevantes como el expresidente Geurge Bush Jr. y Colin Powel, llamaron abiertamente a votar contra Trump, y después que Trump declarara su victoria electoral y en pleno recuento, el líder republicano en el Senado Mitch McConnell, indicó: “Decir que has ganado las elecciones y esperar a que termine el recuento son dos cosas distintas”.
Aunque Mike Pence, ha intentando reparar el daño, la familia de Trump se ha dedicado a condenar la falta de respaldo de la bancada republicana, tal cual lo hizo Donald Trump Jr. quien a través de las redes sociales comentó: “la ausencia total de acciones de todos los ‘presidenciables republicanos para 2024’ es bastante asombrosa”. “Tienen la plataforma perfecta para demostrar que tienen ganas y son capaces de luchar, pero en su lugar se acobardan ante la turba de los medios”, concluyó.
Capítulo aparte en esta novela, tiene el que senadores republicanos comienzan a “echarle maíz a las alpargatas”, y como hacía el león Melquiades, “huyen por la derecha” sin mirar atrás. “Tenemos que respetar el proceso y asegurarnos de que se cuentan las papeletas depositadas. Es así de simple”, aseguró el senador Rob Portman.
En términos similares se expresaron también el senador republicano por Florida, Marco Rubio, el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie, Adam Kinzinger, de Illinois, Denver Riggleman, de Virginia y el exgobernador de Arkansas Mike Huckabee, tan solo por señalar a algunos. ¿Al guiso norteamericano le colocarán aceitunas y pasitas? Es por una duda que tengo.
Hasta la próxima semana apreciados lectores.
Por: Sergio Márquez Parales