Eduardo Fernández: Año Nuevo

¿Qué quisiéramos conseguir en este nuevo año? Cosas muy sencillas de decir pero difíciles de alcanzar. Quisiéramos, por ejemplo, un gobierno nuevo. Un gobierno respetuoso de la Constitución Nacional y del estado de derecho. Un gobierno que trajera paz, progreso y bienestar para todas las familias venezolanas. Quisiéramos un cambio de gobierno pacífico, civilizado, ordenado y constructivo. Un cambio por la ruta electoral, constitucional y sin violencia. Ese objetivo se puede lograr. Depende de todos nosotros. Depende de los que están con el gobierno pero también de los que adversamos a este gobierno.

El año que comienza, por mandato de la Constitución, es un año electoral. Toca elegir una nueva Asamblea Nacional. Ojalá el liderazgo político, gobierno y oposición, logren acuerdos que permitan rescatar la confianza de los ciudadanos en el voto, en la ruta electoral que es la única vía civilizada para resolver los problemas de una nación democrática.

El año 2020 debe ser el año de la recuperación de la economía nacional. De acabar con la inflación y con la recesión. Ambas enfermedades son curables. Sabemos cuál es la manera de acabar con ellas: Disciplina fiscal, abandonar la emisión de dinero inorgánico, estimular la producción y la productividad, acabar con el control de cambios y el control de precios, promover inversiones nacionales e internacionales y recordar que el país tiene con que producir los bienes y servicios que requiere para su propio abastecimiento.

El 2020 es un año para ocuparse de la cuestión social. Nunca habíamos tenido tanta y tan injustificada pobreza en nuestro país. La eliminación de la pobreza representa una prioridad nacional por razones morales, pero también por razones de carácter político y económico.

En el mundo se vive un proceso de calentamiento social. Desde Santiago de Chile hasta París se siente la voz de protesta de quienes reclaman Justicia Social, igualdad de oportunidades y respeto a la dignidad de las personas. En Venezuela las causas para la protesta social son más que evidentes.

El año 2020 representa un tiempo para ocuparse de la calidad de la vida de los venezolanos, del empleo, del ingreso familiar, de la salud, de la educación, de la seguridad personal y colectiva, del suministro estable de agua y energía eléctrica para todos, del transporte, de la vialidad, de la gasolina, del gas para uso doméstico e industrial. En una palabra, de todo aquello que contribuya a lo que el Libertador llamaba “la mayor suma de felicidad posible”.

Todas esas metas son alcanzables. Todo depende de nosotros. Somos nosotros los venezolanos lo que tenemos que lograr el progreso y la felicidad de nuestro país.

El liderazgo político tiene una enorme responsabilidad, pero la solución depende de todos.

Seguiremos conversando.

@EFernandezVE