Hay un aforismo, cuyo autor desconozco, que he citado en varias oportunidades por su contundencia y, sobre todo, por la lapidaria verdad que encierra: “los pueblos siguen a quienes los deslumbran, y no a quienes los iluminan”.
Los países que han alcanzado altos niveles de desarrollo son los que han sabido reconocer las luces y las han seguido. Finlandia es un ejemplo maravilloso. Un país con un clima inclemente, que durante siglos se mantuvo del producto de la pesca de los lapones en el Mar Báltico, hoy es una potencia educativa.
Educación… ¿Por qué en Venezuela nos ha costado tanto darnos cuenta de que la única solución a todos nuestros problemas es la educación? Hoy tenemos el peor sistema educativo de nuestra vida republicana. Peor aún que durante el siglo XIX cuando reinaba el analfabetismo y pocos privilegiados asistían a la escuela. Porque aun teniendo dinero para pagar una institución privada, conseguir buenos profesores se ha convertido en un imposible dado el éxodo de este gremio hacia países donde sí reconocen que un maestro, como decía Simón Rodríguez, es el primer ciudadano de una nación.
Ni hablar de las escuelas públicas. Los sueldos de miseria de los maestros los terminaron de sacar de los recintos educativos. Ahora son vendedores de cualquier mercancía china, cocinan, cosen y hacen lo que sea por redondearse una entrada que les permita sobrevivir.
A Arturo Uslar Pietri no le hicieron caso cuando habló de sembrar el petróleo. Esa joya que fue PDVSA fue destruida por Hugo Chávez y a nadie le interesa ya construirla de nuevo… La obra más revolucionaria en educación que es El Sistema tiene detractores que quieren acabarla por razones meramente políticas. De ese visionario que fue Luis Alberto Machado se burlaron ad infinitum cuando dijo que todos podíamos desarrollar nuestra inteligencia y nuestras capacidades. Que la única prioridad en Venezuela era la educación. José Luis Cordeiro fue visto como un excéntrico y mientras vivió aquí fue seguido por un puñado de gente. Hoy dicta cátedra en los recintos educativos más importantes del mundo. Sólo nos queda Antonio Ecarri al frente de la Alianza del Lápiz, contra viento y marea.
La pesadilla no terminará cuando cambiemos de gobierno. Terminará cuando cambiemos de mentalidad.