Viceministro fabrica lámparas de aceite contra los apagones: «Calma y cordura»

Mientras el Gobierno aseguraba, por sopotocienta vez, que el más reciente apagón fue producto de un ataque terrorista (diferente al envío de rayos electromagnéticos del apagón anterior), y el inefable Jorge Rodríguez lucía su cara de angustia habitual a la hora de elaborar cualquier excusa, al viceministro William Castillo no se le ocurrió nada más acertado que publicar una foto tipo navideña para ilustrar un tuit inolvidable: “Diego y yo hicimos nuestra lámpara de aceite casera… y todo bien.Calma y cordura”…

A ver: mientras el país se apaga, se cierra, se paraliza, mientras la gente hospitalizada corre el riesgo de morir, los médicos operan con la luz de sus celulares y muchedumbres de venezolanos inundan las calles para regresar a sus casas oscuras y sin agua, el ciceministro de Comunicaciones Internacionales se dedica con “calma y cordura” a fabricar una lámpara de aceite con su hijo, seguramente para ejemplificar desde el poder cómo semejante desgracia nos puede unir a todos a la hora de pasar el trabajo hereje. Y así como el mismísimo Nicolás Maduro sugirió tener radios con baterías, linternas y velas porsia las moscas, el vice Castillo muestra la foto de su lamparita aunque sin anexarle el catálogo correspondiente, lo que nos dejó varias preguntas sin responder.

Y la primera fue los ingredientes. Entonces descubrimos que para fabricar la dichosa lamparita no solo se necesita aceite de oliva- que está muy pero muy caro si es que se consigue-, sino un envase de vidrio de boca grande, un cordón o mecha para lámpara cien por ciento algodón y un alambre de acero flexible, ingredientes que nadie tiene nunca y que probablemente ya habrán acaparados algunos chavistas que, como el viceministro, conocen a fondo el desmadre que ha generado el gobierno a la hora de utilizar la energía eléctrica como una vía para hacer billonarios a unos cuantos.

Y la segunda fueron las instrucciones, donde destaca que se deben hacer a plena luz porque fabricar la dichosa lamparita puede resultar más difícil que sacar a Motta Dominguez del cargo o apresar a los saboteadores del primer saboteo y a los terroristas del segundo. Sin contar con que ahora los venezolanos tendrán que agregar todos esos ítems a su ya inalcanzable lista de compras y, además, aprovechar las horas del día para fabricar las lamparas de aceite que les permitirán sobrevivir a la oscurana en que el Gobierno los ha metido, reseña El Cooperante

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