«Un mes, dos meses en Houston, es algo que veremos en el camino. Lo importante es la salud de ellas», afirmó el padre de las siamesas.
La pareja de venezolanos Ana María Ugarte y Emilio Parra tienen tres años luchando para que sus dos hijas, María Gracia y María de los Ángeles, puedan reponerse de una malformación congénita que las mantiene unidas a nivel de abdomen, tórax y corazón, según reseñó el diario El Nuevo Herald.
Esta familia llegó el pasado 11 de septiembre a la ciudad de Miami, en Estados Unidos, con el fin de que a través de los medios su solicitud de ayuda pueda ampliarse, pues necesitan 50.000 dólares para que las niñas puedan ser evaluadas por expertos en el área de cardiología para separar a las siamesas.
Tanto María Gracia como María de los Ángeles comparten el mismo corazón: “Se desarrollaron como Dios lo quiso. Esta es una realidad, que comparten un órgano (…) Nos dijeron que podían ser separadas. Que teníamos que luchar por ellas porque no hay mucho tiempo”, contó Ana María, madre de las niñas.
Asimismo, afirmó que nunca han dejado de luchar por sus hijas, por lo que viajaron a la ciudad de Houston para continuar buscando donaciones y poder ir a la consulta con los especialistas.
Por su parte, Emilio Parra indicó que los 50.000 dólares deben ser abonados por adelantado al Hospital de Niños de Texas, antes de iniciar los estudios necesarios que requieren las niñas.
SIAMESAS TORACÓPAGO
Al nacer María Gracia y María de los Ángeles fueron identificadas como siamesas toracópago, quienes están unidas a nivel del tórax y comparten el mismo corazón.
Según especialistas en Venezuela, las siamesas están en riesgo, pues temen que el corazón no bombee suficiente sangre para la dos niñas. “Ese corazón no nos va a avisar cuando va a fallar y las podemos perder a las dos”, dijo Ugarte.
Igualmente, explicó que de darse la operación, María de los Ángeles tendría el corazón original mientras que María Gracia necesitaría un trasplante.
SOLO TIENE EL 10% DE LO REQUERIDO
En dos meses, esta familia tiene recolectado solo el 10% del monto requerido, gracias a la campaña web de recolección de fondos de las “Princesas Bendecidas”.
El padre de las menores precisó que no han podido conseguir el dinero necesario, por lo difícil que es conseguir las divisas a causa del control cambiario que hay en Venezuela.
“La ayuda en cuanto al gobierno no ha sido mucha“, comentó Parra, quien trabaja para la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec).
De igual modo, contó que un mes antes de viajar, solicitaron al Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex) poder transformar su dinero a dólares, sin embargo aún no han obtenido respuesta.
Estos padres aseguran que continuarán luchando para mejorar la calidad de vida de las niñas: “Si nos dicen que aquí no puede ser,intentaremos buscar la solución de alguna manera. Un mes, dos meses en Houston, es algo que veremos en el camino. Lo importante es la salud de ellas”.