Estados Unidos aliviará algunas sanciones económicas a Venezuela en un gesto destinado a alentar la reanudación de las negociaciones entre la oposición respaldada por Washington y el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Los cambios limitados permitirán a Chevron Corp. negociar su licencia con la petrolera estatal PDVSA, pero no perforar ni exportar petróleo de origen venezolano, dijeron el lunes a The Associated Press dos altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos. Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato porque no se ha hecho el anuncio formal.
Además, Carlos Erik Malpica Flores —exalto funcionario de PDVSA y sobrino de la primera dama de Venezuela— será eliminado de una lista de personas sancionadas, dijeron los oficiales.
Las medidas siguen a los gestos de buena voluntad de Maduro después de reunirse en marzo con representantes de la administración del presidente Joe Biden y una reunión reciente en Centroamérica entre funcionarios estadounidenses y la destacada coalición opositora Plataforma Unitaria para discutir un camino a seguir.
Reuters- Venezuela's Maduro and the opposition are expected to announce today they will soon resume negotiations in #Mexico, as the U.S issues an authorization for Chevron to engage in talks with Maduro's government, easing restrictions on his heavily sanctioned administration
— Marianna Párraga (@mariannaparraga) May 17, 2022
Decenas de venezolanos, incluido el fiscal general del país y el jefe del sistema penitenciario, y más de 140 entidades, entre ellas el Banco Central de Venezuela, seguirán sancionadas. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos continuará prohibiendo las transacciones con el gobierno venezolano y PDVSA dentro de los mercados financieros estadounidenses.
El propio Maduro está bajo acusación en Estados Unidos, acusado de conspirar para “inundar Estados Unidos con cocaína” y utilizar el narcotráfico como “arma contra Estados Unidos”.
El gobierno de Venezuela suspendió las conversaciones con la oposición en octubre luego de la extradición a Estados Unidos de un aliado clave de Maduro por cargos de lavado de dinero. Maduro en ese momento condicionó su regreso a la mesa de negociaciones a la liberación del empresario Alex Saab, quien fue extraditado desde la nación africana de Cabo Verde.
Las negociaciones se llevaron a cabo en Ciudad de México lideradas por diplomáticos noruegos. Se esperaba que el gobierno venezolano y la oposición anunciaran el martes la reanudación del diálogo.
Chevron, con sede en California, es la última gran compañía petrolera estadounidense en hacer negocios en Venezuela, donde invirtió por primera vez en la década de 1920. Sus cuatro filiales con PDVSA produjeron alrededor de 200.000 barriles por día en 2019, pero en 2020 el gobierno de Estados Unidos le ordenó reducir la producción y desde entonces solo se le ha permitido realizar trabajos esenciales en pozos petroleros para preservar sus activos y niveles de empleo en Venezuela.
Venezuela cuenta con las reservas de petróleo más grandes del mundo, pero la agitación política y el declive económico han orillado a más de 6 millones de personas a emigrar en los últimos años. Unas tres cuartas partes de los que todavía radican aquí sobreviven con menos de 1,90 dólares al día —considerado el estándar internacional de pobreza extrema— y muchos carecen de acceso a agua potable y electricidad.
Con información de AP/Reuters