El cardenal venezolano, Baltazar Porras, entregará este viernes ante la Congregación para las Causas de los Santos en el Vaticano, el expediente que soporta el caso de una presunta sanación milagrosa por intercesión del doctor José Gregorio Hernández Cisneros, para que así sea evaluada su posible beatificación.
Durante la entrega del dossier oficial en Roma, acompañarán al cardenal Porras, el padre Gerardino Barrachini, la doctora Silvia Correale y monseñor zuliano Edgar Peña Parra, sustituto de la Secretaría del Estado del Vaticano.
El documento elaborado en los últimos tres meses sustenta en detalle los testimonios, pruebas médicas y teológicas del hecho sobrenatural ocurrido tras la total recuperación de la niña Yaxuri Ortega de 13 años de edad, quien recibió un disparo prácticamente letal en la cabeza, y aún así sobrevivió y sanó completamente, presuntamente gracias a la obra del santo venezolano.
Tras el trágico accidente, la niña fue atendida en Hospital Pablo Acosta Ortiz de San Fernando e intervenida en una clínica de la localidad, con un pronóstico reservado, debido a que había perdido mucha sangre, masa encefálica y varios huesos, sin embargo, se pudo recuperar sin secuela alguna.
Sobre este proceso, el Cardenal Jorge Urosa Savino, Arzobispo Emérito de Caracas, declaró que se realiza cuando “se tienen indicios de que un hecho real no tiene explicación natural. Se trata de una investigación oficial, eclesiástica y regida por normativas canónicas. Es un estudio muy serio, diligente y muy detallado del presunto hecho sobrenatural”, sentenció, según El Carabobeño.
Asimismo, resaltó que en este caso a pesar de muchas circunstancias adversas como el lugar y el pronóstico inicialmente negativo de los médicos, la niña se curó totalmente, de manera “inexplicable por causas naturales”.
Para la sanación de la menor se pidió la intercesión de don José Gregorio Hernández y “a él se atribuye la intervención de Dios para la curación de la niña”, explicó.
El Cardenal Urosa también indicó que el santo tiene fama de santidad desde el mismo momento de su muerte, y a lo largo de los años su personalidad se percibe cada vez más como un ser humano extraordinario, de grandes cualidades y virtudes.
“Fue excelente profesor universitario, investigador científico, médico acertadísimo y sumamente generoso, hombre querido por toda la comunidad caraqueña de su época, sin distinción de clases sociales. Como católico practicante, brilló por su ardiente caridad hacia el prójimo, especialmente hacia los pobres”, resaltó, reseña Sumarium