Desde que se inició este año el kilogramo de queso blanco se ubicaba en 500 y 600 bolívares lo que significa un incremento de más del 100 por ciento en comparación con el año pasado; sin embargo, para los revendedores las ventas se mantienen estables, pero los consumidores se quejan del continuo incremento que sufre este producto lácteo. María Martínez/ NPG
Carlos Martínez, revendedor en el mercado municipal de Upata, sostuvo que el valor del queso blanco ha venido incrementándose “prácticamente cada quince días desde que inició este año y los productores alegan que es debido a los insumos agrícolas que se encuentran por las nubes y en ocasiones deben salir hacia otra región en busca de estos artículos para continuar con la producción”, mencionó.
Remarcó Martínez, que el Gobierno Nacional manifiesta que el queso debe ser vendido a un 30% y ellos, lo están comprando desde 380 hasta 480 bolívares el kilo, situación que no les permite distribuirlo al costo que dice el Gobierno porque no les genera ningún margen de ganancia, además este producto no puede ser regulado porque ningún proveedor vende a precio reglamentado.
Para el revendedor es importante que se establezca un costo definitivo del queso blanco, porque a pesar que él lo distribuye a 460 bolívares el kilo, este producto merma considerablemente y eso le genera algunas pérdidas. Asimismo detalló, que ciertos consumidores se molestan por el alto costo del producto alimenticio pero ellos no pueden vender para perder.
Insumos costosos
De igual forma Carlos Rivas, otro revendedor, explicó que el queso se adquiere por panelas de doce kilos y su valor varía a menudo, debido a que los proveedores no establecen un costo permanente, todo depende del gasto que han registrado para poder obtener la producción de este producto en las diferentes queseras del municipio.
No solamente el queso blanco duro ha sufrido modificación en su precio desde los primeros meses del año 2015, sino también otros lácteos como el Toncha, Cabra, Guayanés, Mozarella, de telita y tipo Paisa, situación que ha ocasionado descontento en los consumidores, porque ya no pueden tener una dieta balanceada y tampoco adquirir estos productos al precio que están registrando.
El entrevistado adujo que los upatenses no han terminado de asumir el aumento de algunos rubros cuando “desproporcionalmente” suben otros. Y es que un incremento entre 15 y 25 por ciento sufrieron los embutidos y quesos de la noche a la mañana, según afirmaciones de algunos consumidores, además de los productos las bolsas para la distribución de los mismos se encuentran por las “nubes”.
Por su parte Eliza Aponte, indicó que desde enero ha venido subiendo el producto entre cinco y diez bolívares; sin embargo, en ocasiones el aumento ha sido exageradamente y debido a los incrementos las ventas han bajado, pero los productores de este alimento lácteo argumentan que los insumos para la elaboración también registran otro costo semanalmente y ellos no pueden vender a precio regulado.
También el consumidor Jairo Arzola catalogó como un lujo la compra de este producto, ya que aumenta considerablemente el costo; igualmente indicó que lamentablemente el menú del venezolano se está reduciendo a harinas y granos, porque las carnes, frutas, embutidos y quesos, cada vez suben más de precio, haciéndose inaccesible para muchos
Muchas personas se preguntan qué terminarán comiendo en dos o tres años más, si los precios continúan incrementándose de esta forma tan descontrolada y continua.
Durante un recorrido por algunos puestos de ventas de queso en el municipio, los precios que predominan en los anaqueles son desde 480, 500, 550 y 600 bolívares el kilo.