Óscar Lucien: “El país es una locademia represiva”

El cineasta y dirigente de Ciudadanía Activa considera que si se recupera la autonomía de los poderes se rescataría la República, la convivencia democrática y el respeto al pensamiento diverso

Jolguer Rodríguez Costa/El Nacional

—¿Está activa la ciudadanía?

—El 1° de septiembre fue la constatación más elocuente.

—¿Qué o quién las activaría aún más?

—La posibilidad cierta de sustituir a Maduro en la Presidencia con la realización del revocatorio este año.

—¿Se activará?

—En octubre recogeremos el 20% de las manifestaciones de voluntades en las maquinitas de la señora Lucena y su combo. Aunque estamos sujetos a nuevas marramucias “sobrevenidas”.

—¿Y si no se realiza?

—El país seguirá vertiginosamente en el abismo del hambre, la violencia criminal y la corrupción. Los militares se harán de todo el poder y los ciudadanos tendremos que luchar muy duro para no ser convertidos en una tropa.

—De reactivarse la autonomía de los poderes…

—Rescataríamos la República, la convivencia democrática y el respeto al pensamiento diverso. Cada quien con sus derechos y deberes.

—¿Un complejo ciudadano?

—De Edipo. Chupando de la teta del Estado.

—¿Espera la ciudadanía otro mesías?

—No rotundo. El fallecimiento del enviado galáctico nos curó en salud. Este abismo es responsabilidad de quienes confiaron en un alucinado salvador con criminales antecedentes.

¿La pobreza ciudadana? 

—Un déficit de los cuarenta años de democracia transformado en calamidad por el actual régimen.

—¿La ciudadanía en capitalismo y en comunismo? 

—Un eterno reto. No podemos realizarnos mediante el consumo o delirando en la ideología. Ser un ciudadano, libre, es ser responsable.

—¿El papel de una ciudadanía contra una dictadura?

—Organizarse para derrotarla. No esperar a que un milico venga a rescatarla.

—¿Se inclina el ciudadano hacia el militarismo?

—No. Aquí los únicos rodilla en tierra ante los militares es la cúpula corrupta que los hace copartícipes del poder.

—¿Imagina al chavismo como oposición? 

—Ya lo son luego del triunfo de la Unidad en la Asamblea. Y vemos cómo se comportan: irrespetan la voluntad popular. Como dice el refrán criollo, “por la maleta se conoce al pasajero”.

—¿Es lo mismo “pueblo” que “ciudadanía”?

—En la Venezuela actual pueblo es tropa, sometimiento, un ente con camiseta roja registrado en una planilla. Ciudadanía es consciencia, oposición a la uniformización.

—¿Es Venezuela un país de película?

—Hoy es una locademia… Represiva.

¿Un género?

—Terror.

—¿Un título?

—“La culpa no es del mono, sino de quien le dio la hojilla”

—¿El tema para una cinta de terror?

—Una de las hijas del galáctico decide aspirar a la Presidencia de la República.

¿Dónde colocaría una cámara escondida?

–Me encantaría grabar una escena doméstica, no íntima, de la tía Cilia y Maduro. Pero nadie en Venezuela sabe dónde queda la casa presidencial.

¿Se autocensura?

—Evito hacerlo. Pero es inevitable en el clima represivo y criminalizador de la opinión que padecemos. Por “quítame está pajita” puede uno terminar en la tumba.

—¿Cómo torearía la Ley Resorte?

—Eso es casi imposible. Es una espada de Damocles. Cualquier comentario es susceptible de ser calificado de delito. Todo depende del momento en el que el gobierno te quiere pasar una factura.

—¿Qué proyectaría en cámara lenta?

—A Jacqueline Faría bañándose en el Guaire.

—¿Y en cámara rápida?

—Las inútiles cadenas de Maduro.

—¿Trajo más colas alguna de sus películas que el desabastecimiento y la escasez de hoy?

—Ni siquiera las colas para el Iphone 7, que ya es mucho decir, pueden compararse. Con Un sueño en el abismo tuve una taquilla aceptable. Con Piel mucho menor.

¿La  película  que cambió su vida?

—Recientemente me encontré con un condiscípulo del colegio y me dijo: “Estás igualito”. De manera que no creo que ninguna película me haya cambiado. Pero recuerdo con mucho afecto Una giornata particolare de Ettore Scola.

—¿Coproduciría con el Ministerio de la Cultura?

—Difícil. No sé nada de veterinaria.

—¿Y en una de las series históricas de la revolución?

—Trabajé en un documental que se titula ¿Cuál revolución?

—¿El político más actor?

—Ya murió. Lo apodan “El galáctico”.

—¿El actor más político?

—Compiten Maradona, Sean Penn y Danny Glover. Todos por razones dolarizadas.

¿Alentaría una producción entre Carlos Oteyza y Carlos Azpúrua?

—Si es para realizar un “Amaneció sin golpe”, me atrevería.

¿Un venezolano para la gran pantalla?

—Carlos Cruz-Diez.

—¿Perdió su silla en la Villa del Cine?

—¿Qué es eso?

—¿Haría de Villa Rosa un estudio de cine?

—Creo que funcionaría mejor una sede de percusión de la Sinfónica Simón Bolívar.

—¿Son los directores cinematográficos otros dictadores?

—Algunos se comportan como tales. Hacer una película es parte de una estructura muy vertical, y el director está en la cúspide.

¿Un sector de utilería?

—El CNE.

—¿Otro ávido de un apuntador?

—La Defensoría del Pueblo.

—¿Una adaptación a cine mudo?

—El programa En contacto con Maduro.

¿Una película subversiva?

La fiesta del chivo.

¿Una cinta para la conciliación?

Mandarinas (Seneelkäik, 2012), una coproducción de Estonia y Georgia, dirigida por Zaza Urushadze. Un alegato contra la guerra, un ejemplo de esperanza sobre la capacidad humana para la solidaridad, la convivencia, el amor fraternal, por encima de las diferencias.

—¿Volverán a verse los ciudadanos con confianza?

—El conflicto en Venezuela no es entre ciudadanos. Es entre una cúpula corrupta y criminal y unos ciudadanos oprimidos.

—¿Un modelo internacional de ciudadanía?

—Finlandia. Me comenta un amigo que quien llega más temprano estaciona el vehículo en el puesto más alejado, para que quien llegue retrasado encuentre puesto libre cerca de la entrada.

—¿Imagina si disolviesen el Parlamento, la MUD y el revocatorio?

—Con los impresentables de la cúpula cínico-militar que gobierna todo es posible. De hecho, estamos viviendo el tráiler de esa película de terror.

—¿Penetró en los estratos populares el mensaje de la MUD? 

—La Asamblea actual es producto de la votación de los sectores populares.

—¿Garantizaría la FANB  la paz?

—Deberán demostrarlo. “Por ahora” garantizan la paz de Maduro y su combo.

—¿Habrá una salida de película?

—Si se refiere a un happy end, lamentablemente me temo que no.

—Mientras, ¿cuánto pietaje le queda a la democracia?

—No puedo matizar mi percepción de que hoy vivimos en dictadura.

¿Qué pasaría en Venezuela si se repitiese la cartelera del 6 de diciembre de 2015?

—Apenas Tibisay Lucena y su combo reciban la orden de hacer una elección, no hay duda de que esa cartelera se repetirá y el más humilde venezolano será protagonista de la gran película de la democracia.